Por: Yirsandy Rodríguez
45-3… en uno de los contextos más tradicionales del béisbol, esto es lo que significa ese par de números: 3 hits en 45 veces al bate, lo cual nos lleva a un promedio de bateo de .067.
Esa es la lectura del valor numérico, y definitivamente nos conduce a un profundo slump ofensivo de un bateador o, tal vez, varios bateadores combinados. Pero ahora lo importante es esto: cuando tienes cinco hits y 42 fallos en 45 veces al bate, la situación puede ser aún peor, ya que los outs podrían llegar por múltiples razones. Entonces, ¿qué dirías si el 42.8% de esos outs fueran strikeouts?
Terrible. Devastador. Y, en términos de béisbol, parece absurdo llamar “ofensiva” a un slump cargado de swings “defensivos”. Sí, el par de números se trataba de una línea real: la supremacía que han conseguido los lanzadores de Cleveland en esta temporada contra los peloteros cubanos de los Rays, Yandy Díaz y Randy Arozarena.
Así comenzó la historia este viernes en el Juego 1 de la Serie de Comodines de la Liga Americana entre Cleveland vs. Tampa Bay:
—Yandy Díaz, 14-2, HR, K
—Randy Arozarena, 23-1, 12 K
Contra el diestro abridor de los Guardianes, Shane Bieber, los cubanos se combinaban de 9-1 en sus respectivas carreras: Yandy de 4-1 con un ponche, y Arozarena de 5-0 con dos ponches. En las siguientes 2 horas y 17 minutos tras escucharse la voz de play ball este viernes en Progressive Field, los lanzadores de los Guardianes mantuvieron el control de la situación.
Era Bieber quien encabezaba el camino esta vez, resurgiendo con su versión avanzada de Cy Young de 2020, inspirado ante la fanaticada de casa: entregó 7 ⅔ innings con ocho ponches, admitió solo tres hits (dos sencillos y un jonrón), retiró cuatro entradas en fila. Y, luego, el veloz Emmanuel Clase se encargó de los últimos cuatro outs para garantizar el éxito por 2-1 ante una emocionante ovación que estremeció la ciudad.
Fue la sexta derrota consecutiva de los Rays, quienes han perdido cinco de sus siete decisiones este año contra los Guardianes. Tampa Bay inició el juego con un lineup diezmado que promedió apenas .307 slugging ante los lanzadores de Cleveland durante la temporada regular.
Aun así, fue un juego que se decidió por una carrera, 2-1, con los jonrones de José Siri por los Rays, y José Ramírez para dar la ventaja definitiva, ambos batazos en el sexto inning.
En un duelo que se limitó al destello de poder de los “José” (Siri y Ramírez), y par de joyas de pitcheo de los “Shane” (McClanahan y Bieber), Cleveland tenían la fórmula decisiva: el dominio del pitcheo. Cuando pierdes por una carrera de diferencia con un marcador estrecho de 2-1, es injusto culpar a algún jugador en específico. Sin embargo, analizando la hazaña de estos jóvenes Guardianes desde otro punto de vista, está claro que su as fue uno de los principales protagonistas.
Bieber tenía el control del juego, pero se concentró especialmente en silenciar a los principales bateadores de los Rays, neutralizando de 9-0 con cinco ponches a la tanda de “1-2-3”:
1) Yandy Díaz: rodado a segunda, ponche (tirándole) y rodado al lanzador.
2) Wander Franco: Ponche (sin hacer swing), rodado a primera y rodado a segunda.
3) Randy Arozarena: Ponche (tirándole), ponche (tirándole) y ponche (tirándole).
Nueve de los 23 outs (39.1%) de Bieber y seis de sus ocho ponches (75.0%) fueron contra los bateadores que, cotidianamente, son los responsables de generar probabilidades de victoria en el lineup de los Rays. A excepción del jonrón de José Siri en el sexto inning, crujiendo una bola rápida de cuatro costuras a 91.8 mph en cuenta de 1-0, Bieber fue imbatible.
Para Tampa Bay, hubo pocos rayos de luz en el juego: cuando Yandy Díaz y Wander Franco estuvieron por delante en el conteo, alcanzaron sólo a golpear rodados al infield. Randy Arozarena, al menos en este Juego 1, fue todo lo contrario a su legado en octubre. Bieber lo aturdió a su antojo sobre todo con su slider, haciéndolo fallar desesperadamente seis de sus nueve swings.
Si lo describimos con honestidad, deberíamos decir que la mayoría de los lanzamientos de Bieber parecían un misterio para los bateadores de los Rays. Algunos intentaban adivinar cuál sería el siguiente anzuelo en la mezcla, pero al final terminaron promediando una indefensa velocidad de salida de 84.3 mph en sus bolas bateadas.
Durante toda la tarde, el efecto de quiebre fue el valor influyente en el éxito de los lanzamientos de Bieber, quien supo utilizar su bola rápida de cuatro costuras y el cutter en el momento preciso. La slider de Bieber cortaba vertiginosamente en las esquinas de la zona de strike, siendo el arma fundamental con la cual generó 10 de los 18 swings improductivos de sus rivales.*
*De hecho, el spin rate de la slider de Bieber promedió 2,513 rpm, superando considerablemente su promedio de 2,206 en la temporada regular.
“Escuchar eso, alimentarse de esa energía”, dijo Bieber sobre la multitud de Cleveland. “Parecía que cada vez que había dos strikes, estaban dispuestos a poncharlos. Y eso se sintió genial. Me ayuda personalmente a elevar mi juego. No sospecho que soy el único en nuestro equipo que siente eso”.
Volviendo al caos de los Rays en el plato, ahora Randy vio extenderse su racha a solo dos hits en sus últimas 33 veces al bate, soportando 17 ponches. Contra Bieber, Arozarena se ha ido de 8-0 con cinco ponches este año. Frente al pitcheo de los Guardianes las averías continúan en esta campaña, alcanzando niveles sin precedentes: un hit en 27 veces al bate y 15 strikeouts.
Ningún bateador en la historia había fallado tanto contra Cleveland por la vía de los strikes, lo cual genera aún más preocupaciones para el manager Kevin Cash y los Rays:
2022—Randy Arozarena vs. Cleveland Guardians: 51.7 K% (15 K, 29 PA)
2016—Alex Ávila vs. Cleveland Indians: 51.6 K% (16 K, 31 PA)
2022—Randy Arozarena vs. Cleveland Guardians: 48.0 K% (12 K, 25 PA)
2019—Rougned Odor vs. Cleveland Indians: 42.3 K% (11 K, 26 PA)
2021—Eugenio Suarez vs. Cleveland Indians: 38.4 K% (10 K, 26 PA)
“Denle crédito a él. Hizo un gran trabajo”, dijo Arozarena a través del intérprete del equipo Manny Navarro, tras iniciar esta Serie de Wild Card como líder absoluto en promedio de bateo (.354), OBP (.436), slugging (.760) y OPS (1.197) entre jugadores activos en playoffs. “Todos queremos batear. Creo que es la primera vez que consigo tres ponches en un juego de postemporada”.
Excepto el cuarto bate Harold Ramírez, quien inició la quinta entrada con sencillo al jardín central en cuenta de 0-1 conectando una slider interna, Bieber dominó a todos los bateadores que abrieron inning. Los Rays tuvieron a un solo hombre en posición anotadora y ni siquiera pudo ser adelantado con un swing: fue el corredor emergente, Vidal Brujan, quien se robó la intermedia en el inicio del octavo después de dos outs.
Aun así, Cash confía en que su equipo encontrará la manera de llevar la serie a un tercer juego. “Tenemos que ser resilientes”, dijo. “Tengo mucha confianza en que este grupo responderá de la manera que lo necesita y competirá y nos dará una buena oportunidad de ganar”.
Para Cash, al menos la actuación de McClanahan, la defensiva y el bullpen de los Rays sigue dándole esperanzas mientras los titulares del lineup intentan despertar. McClanahan entregó siete entradas dominantes con solo 85 lanzamientos, ponchó a cinco bateadores y no concedió bases por bolas.
Su único pecado fue entregar un cambio de velocidad en cuenta de 1-1 ante uno de los principales remolcadores de la Liga Americana este año, el dominicano José Ramírez (126 RBIs), quien dio el golpe decisivo. “Un par de chicos necesitan contribuir. Miramos a su equipo (el viernes). Se podría argumentar que sus tres estrellas hicieron todo lo que se necesitaba, Shane Bieber y José (Ramírez, quien conectó un jonrón de dos carreras) y luego (el taponero Emmanuel) Clase al final”.
El jonrón de dos carreras de Ramírez fue solo el segundo que McClanahan admitía lanzando su casi inquebrantable changeup este año. El anterior se lo había bateado Anthony Santander de los Orioles a finales de julio.
Probablemente en cualquier otro momento ofensivo de los Rays este año, el Juego 1 de esta Serie de Comodines de la Liga Americana hubiese llegado a un destino diferente. Lo cierto es que ahora Tampa Bay está contra la pared, con una sola opción: ganar los Juegos 2 y 3. Y, mientras esperan una rápida reacción de Yandy Díaz, Wander Franco y Randy Arozarena, máximos responsables de impulsar la maquinaria ofensiva de los Rays, otra buena noticia es que no volverán a enfrentar a Cy Bieber.
(Foto: Shane Bieber/GettyImages; Randy Arozarena/Tampa Bay Times)
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