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Foto del escritorYirsandy Rodríguez

Renner Rivero y el ‘no, no’

—Dentro de la joya de pitcheo del diestro de los Cocodrilos, Renner Rivero, quien terminó lanzando un No-hitter vs. Pinar del Río.




El lanzamiento número 90 de Renner Rivero este lunes contra el séptimo bate de los Vegueros, Yasser Julio González, fue una bola rápida alta de 93 mph.


González conectó una elevado de foul al graderío por la parte izquierda, intentando defenderse en cuenta de 0-2. Como había ocurrido durante toda la tarde, Rivero era el dueño de la situación. Lanzó un par de bolas y, tras ascender el conteo a 2-2, tiró otro slider que intentaba zigzaguear rumbo a la esquina baja externa: el swing de Yasser Julio no pudo alcanzarlo. El lanzamiento rebotó de primer bounce en el peto del cátcher Andrys Pérez, quien rápidamente bloqueó el pitcheo, pero debió desplazarse varios metros hacia su izquierda para recoger la pelota.


Andrys tiró a la inicial en movimiento, y el primera base Ronney Muñiz se encargó de capturar el tiro de short bounce. Rivero, notablemente concentrado, fue paciente y esperó la facturación del out en primera. El strikeouts a Yasser Julio fue el octavo de su impecable salida de calidad con ocho ceros consecutivos y un solo corredor embasado: el cátcher y sexto bate Jorge Yoán Rojas, quien se había apuntado doble al left en el segundo inning, y luego tomó una base por bolas con un out en el inicio del quinto.


En resumen, aunque el duelo contra el veterano Vladimir Baños derivó en cinco entradas con ventaja de 1-0 para los Cocodrilos, Rivero paseó toda la ruta. Y, luego, cuando Aníbal Medina encabezó el rally de cinco carreras con un doble limpia bases ante Baños en el final del sexto*, el juego estaba decidido.


*Medina remolcó tres de las seis carreras del equipo y fue brillante a la defensiva, mientras Yariel Duque produjo dos más.


Los bateadores de los Vegueros no ofrecían resistencia y el duelo era de puro trámite hasta que, en el final del octavo, una decisión lo cambió todo. El Anotador Oficial del partido, Leonid Aldereguía, acertadamente analizó que a Rivero no le habían bateado más hits y rectificó la anotación inicial sobre el batazo de Rojas en el segundo inning. Honestamente, se pudo haber anotado error desde el inicio, ya que el leftfielder José de Jesús Prens no leyó correctamente el elevado hacia su izquierda y dejó caer la pelota a última hora.


Así pues, las expectativas de Rivero dieron un giro total: de buscar la segunda blanqueada y el octavo juego completo de su carrera, estaba a punto de unirse a los cinco ases matanceros que habían logrado lanzar un “No-hitter” en Series Nacionales:

1) Alfredo García: domingo, 6 de abril de 1969: Henequeneros 1, Azucareros 0

2) Carlos Mesa: jueves, 11 de febrero de 1982: Citricultores 6, Habana 0

3) Jorge Luis Valdés: martes, 31 de enero de 1984: Henequeneros 1, Villa Clara 0

4) Héctor Domínguez: miércoles, 13 de diciembre de 1989: Citricultores 2, Isla de la Juventud 0

5) Jorge Martínez: jueves, 29 de enero de 2009: Matanzas 3, Industriales 0


Aún recuerdo perfectamente aquel No-Hitter que lanzó Jorge Alberto Martínez en el estadio Latinoamericano, porque tuve el honor de haber sido el Anotador Oficial del juego. Martínez pudo haber logrado el “Perfect Game”, pero le propinó un dead ball a Serguei Pérez abriendo el segundo inning. Luego, retiró a todos sus oponentes.*


*Cuando la hazaña de Jorge Alberto Martínez cumplió una década, escribí una historia titulada “Dentro de la obra maestra del diestro Jorge Alberto Martínez: ¡Su histórico ‘no-hitter’ contra Industriales!”, que espero volver a reproducir en mi Boletín de Substack.


Ahora Rivero era quien estaba camino a hacer historia, pero la presión del momento no parecía distraerlo. Abrió el noveno inning ponchando a Frank Raúl González, y luego recibió un rodado al short de Jeifer Rodríguez. Nueve pitcheos: dos outs, y se acercaba al plato el leadoff de los Vegueros, Juan Carlos Arencibia.


Tras enfrentar a 27 bateadores, la ofensiva de los “pativerdes” se había ido de 26-0 con nueve ponches y diez rodados. Sin embargo, había una razón para definir el enfrentamiento de Rivero vs. Arencibia como su último gran reto —y no era precisamente por la amenaza del swing de JC, quien produjo un doble en cinco veces al bate durante el partido anterior—.


El punto aquí se trataba del temperamento y el enfoque de Rivero, quien ha sido altamente vulnerable cuando lanza después de dos outs:


AVG/OBP/SLG/OPS de los oponentes

—Lanzando sin out: .179/.256/.205/.461

—Lanzando con un out: .267/.340/.289/.629

—Lanzando con dos outs: .352/.417/.481/.898


De .256 OBP con bases limpias a .417 después de dos outs, la regresión de Rivero se hace notable, y gran parte de su ineficiencia recae por la pérdida de control en dichas situaciones, viendo elevar de 6.0% a 10% su tasa de boletos. Pero esta vez, la historia tuvo un final diferente. Era la tarde de Renner Rivero, quien se impuso una vez más y completó su hazaña contra los Vegueros: ponchó a Arencibia, lanzando una bola rápida de 90 mph en su pitcheo número 107 y... ¡Victoria por 6-0! ¡No-hitter!*


*Por cierto, a pesar de que el lanzamiento en cuenta de 2-2 parecía fuera de la zona y el umpire principal Juan Miguel Licourt lo decretó como strike, el explosivo Juan Carlos Arencibia solo cabeceó levemente. Si viste ese momento, quizás coincidamos: esta vez, JC no quería ser el villano de sus rivales, al menos para romper el No-hitter ante Rivero después de dos outs. No sé qué te pareció, pero lo más común es que un bateador en esa situación quiera conectar el primer hit y romper el hechizo. Aún así, no critico la actitud de Arencibia, quien por alguna razón prefirió no hacerle swing a la pelota.


Rivero prácticamente ni se inmutó: puso el guante en sus labios, se vio susurrar algunas palabras, y al instante fue rodeado alrededor del montículo, recibiendo el afecto de sus compañeros. Para Rivero, en tiempos donde la ofensiva dicta sentencia al nivel de la Serie Nacional, su actuación sin precedentes lo convirtió este lunes en el sexto lanzador de la provincia de Matanzas con un juego de “cero hits, cero carreras”, uniéndose a Jorge Alberto Martínez como los únicos en protagonizar la hazaña vistiendo el traje de los Cocodrilos.


Después de haber admitido nueve hits y seis carreras limpias en su apertura anterior contra los Huracanes de Mayabeque, Renner Rivero regresó al mando. Su velocidad tocó las 93 mph, haciendo contraste con la slider (80-82 mph) y el cambio de velocidad oscilando entre las 83-85 mph. Fue consistente en el comando de sus pitcheos y, cuando tiene el control como potencial de élite frente a sus oponentes, Rivero puede mezclar su repertorio con más confianza.


Antes de avanzar ocho entradas con un promedio de 11.6 pitcheos, podía notarse fácilmente cuáles habían sido las tendencias negativas que han frenado parte del impacto de Rivero como lanzador. Aunque su rendimiento ha sido progresivo desde que ha obtenido un lugar en la rotación de los Cocodrilos durante las últimas tres temporadas, usualmente parece desenfocarse y perder la coordinación por momentos.


La mayoría de ellos han sido focalizados después de enfrentar por primera vez al lineup oponente. Y, luego, cuando pierde el comando, entonces suele presentarse la cadena de turnos al bate que añaden presión y obligan a los lanzadores a marcar strikes. Por supuesto, la marca de 2-2 y 3.18 ERA de Rivero antes de este lunes estaba lejos de mostrarnos cómo había avanzado en sus 34 innings cuando a tenido que lanzar bajo presión:


OBP permitido por Renner Rivero en diferentes situaciones de juego

—Juego empatado: .480

—Ganando por una carrera: .409

—Ganando por dos carreras: .235

—Ganando por cuatro carreras: .083


Es considerable la diferencia, ¿verdad? O sea que, mientras Renner ha sentido más el apoyo ofensivo de los Cocodrilos, su rendimiento sobre el montículo fluye de manera más efectiva. Aun así, Rivero ha sido capaz de probar una gran durabilidad. Antes de subir al montículo este lunes para enfrentar a los Vegueros de Pinar del Río en el estadio Victoria de Girón, había promediado 5 ⅔ innings por cada apertura. Después de lanzar esta joya de pitcheo para el recuerdo, también se puede apreciar su progreso mientras aumenta el porcentaje de strikes y reduce las bases por bolas:


OBP y tasas de SO-BB por temporada vs. Renner Rivero

58 SNB: .425, 0.8 SO-BB

59 SNB: .388, 0.9 SO-BB

60 SNB: .360, 1.0 SO-BB

61 SNB: .387, 1.3 SO-BB

62 SNB: .346, 2.3 SO-BB


Si comparamos su proyección con la actuación del año pasado, en 10 aperturas menos Rivero ya acumula el 48.3% de los 89 innings, y el comando de sus pitcheos sigue siendo la clave impulsora en el ascenso que va mostrando. Su No-hitter se inscribió como el número 64 en la historia de las Series Nacionales*, el segundo en esta temporada y también con la característica clásica de los nueve innings entre los últimos 11 que se han lanzado desde 2017 a la fecha.


*El pasado 17 de abril, el zurdo de los Cazadores de Artemisa, Geonel Gutiérrez, registró un Juego Perfecto de cinco entradas, con Súper KO por 15-0 contra Industriales.


Aunque se demoraron seis entradas, los Anotadores Oficiales fueron justos al mantener el “no-no”. La imprecisión defensiva de Prens se rectificó a tiempo y, cuando Renner Rivero supo que estaba a tres outs de tocar la gloria, nadie pudo detenerlo.


(Foto: Renner Rivero/Oscar Alfonso)

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