Yordan Álvarez conectó par de jonrones que remolcaron la mitad de las carreras de los Astros vs. los Twins.
En el béisbol, hay lanzamientos que a veces los bateadores no logran golpear. Hay lanzamientos de élite, buenos lanzamientos y, por supuesto, lanzamientos mediocres. Podemos verlo todo el tiempo, cómo bateadores y lanzadores cometen equivocaciones que habitualmente suelen dejarlos “indefensos”.
¿Cómo pudo ser? Esa fue una de mis preguntas después de que el abridor de los Twins, el diestro Bailey Ober, ‘intentara un arriesgado acto de magia’ al lanzar su changeup por todo el centro de la zona de strike a Yordan Álvarez en cuenta de 1-0. Incluso si no estabas viendo el Juego 1 de la ALDS entre Twins y Astros durante la noche de este sábado en el Minute Maid Park, seguro te imaginas el resultado: un bombazo de dos carreras que fue despedido a 99.8 mph y recorrió 379 pies hasta aterrizar entre la fanaticada reunida por el rightfield.
Astros 3, Twins 0.
“Vi un par de videos allí antes de enfrentarlo por primera vez”, dijo Yordan en Conferencia de Prensa después del partido, sobre cómo se preparó tras su primer enfrentamiento contra Ober. “Y, obviamente, no es lo mismo ver los videos que verlo en persona. Es un tipo realmente grande, tiene muy buena extensión. Entonces, me sorprendió un poco la primera vez. Pero la segunda vez que me acerqué a batear ya tenía una idea bastante clara”.
El jonrón de dos carreras de Yordan Álvarez aumentó la ventaja en el marcador para los Astros, mientras el veterano diestro Justin Verlander devoró dos tercios del juego sin permitir carreras. Aun así, los Twins no se dieron por vencidos, aunque remontar déficit de cinco carreras parecía una misión imposible contra el bullpen de los Astros.
Volviendo al jonrón de Yordan, no creo que el gran pecado de Ober fuera recibirlo en la primera apertura de su carrera en playoffs. Está claro que Yordan posee el potencial y talento suficiente para aplastar cualquier lanzamiento de élite a día de hoy en MLB. También ha demostrado que puede hacerlo bajo la presión de los playoffs.
Ese historial precisamente me hizo reflexionar sobre el lanzamiento de Ober, quien había ponchado a Yordan en cuenta de 0-2 con una bola rápida alta (fuera de la zona de strike) durante la primera entrada.
Así que, la estrategia de volver a explorar con el changeup tenía cierto sentido, pero Ober no pudo controlar el comando del lanzamiento. Mientras Yordan balanceaba su bate suavemente, el cátcher Ryan Jeffers chequeó si el temible slugger cubano se mantenía en la misma posición dentro de la caja de bateo. Jeffers encuadró claramente dónde quería el pitcheo, en la esquina lejana sobre lo bajo, pero Ober cometió un ligero desliz.
El changeup de 84.5 mph se quedó, como suelen decir los bateadores, “flotando” en el centro de la zona de strike. Por supuesto, cualquier bateador o hasta el propio Yordan podía haber golpeado un batazo fildeable. El béisbol es impredecible. Esa era una entre tantas posibilidades desde que el lanzador tira un pitcheo hacia el plato. Pero luego se entrelazan las probabilidades de que un error de localización sea fatal.
Por esa ineludible razón, ante bateadores de élite con la habilidad de hacer ajustes de un lanzamiento al otro, la más mínima deficiencia podría ser costosa.
En resumen, las tres carreras que admitió Ober en igual número de entradas fueron producidas por jonrones: el espectacular bambinazo de José Altuve al primer lanzamiento del juego y, dos entradas más tarde, el oportuno batazo de Yordan Álvarez.
Luego de que Verlander celebrara su salida de calidad de seis entradas sin permitir carreras, los Twins reaccionaron con back-to-back de Jorge Polanco y Royce Lewis ante el relevista Héctor Neris, par de jonrones que redujeron la desventaja, 5-4. En ese instante, los dos jonrones que soportó Ober habrían depositado una notable ventaja en manos del bullpen, pero luego Yordan Álvarez aplastó un sweeper de Caleb Thielbar y sentenció a Minnesota con un jonrón solitario en el final del séptimo inning.
Una vez más, Yordan Álvarez volvió a marcar la diferencia a favor de los Astros: remolcó la mitad de las carreras en la victoria por 6-4. Esa última línea seguramente no será olvidada por Ober y Thielbar, quienes lanzaron un par de pitcheos “indefensos” contra uno de los bateadores más eficientes del juego.
(Foto: Yordan Álvarez/MLB)
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