Por tercera ocasión consecutiva, no hay dudas de que los Cocodrilos de Matanzas salen como favoritos ante los Alazanes de Granma: Sucedió en 2017, luego de que el team matancero terminara con récord nacional de 70-20 en la temporada regular. ¡Pero los Alazanes ganaron en siete juegos!
La historia de superación y dominio de los bicampeones de la década pasada, se repitió al año siguiente en enero de 2018: Los Alazanes tampoco salían como favoritos ante los Cocodrilos que ganaron 61 de 90 juegos en el circuito regular, ¡pero los eliminaron nuevamente! El éxito de Granma en sólo cinco juegos —con cuatro victorias consecutivas— demostró por segunda ocasión que los pronósticos son sólo eso: Probabilidades. Y, por ende, no definen nada.
Inevitablemente, no podemos obviar la historia, incluso aunque ahora los Cocodrilos de Matanzas vuelvan a ser favoritos. ¿Qué puede suceder? Esperamos una serie reñida y con los suficientes protagonistas como para disfrutar seis o siete juegos de béisbol: ¡Aquí hay tres claves fundamentales que podrían definir el camino al trono para cada equipo!
Alazanes de Granma
1. La consistencia y durabilidad de sus abridores
Una de las principales claves por las que Granma llegó hasta esta final, es gracias a la eficacia de sus lanzadores abridores. Y en primera plana, el valor de contar con Lázaro Blanco como as de rotación es ineludible: Probablemente, habrá un par de salidas de calidad donde los Alazanes tendrán altas posibilidades de victoria.
En todo este playoff, la única vez que Martí ha visto explotar su abridor antes del quinto inning fue cuando el veterano zurdo Leandro Martínez fue atacado por Industriales en el Juego 4 de la serie de Cuartos de Finales. De ahí en fuera, todos han logrado avanzar al menos hasta el sexto capítulo. Ante Matanzas, esa será una de las principales fórmulas: Que los abridores puedan mantenerse en juego y así el bullpen no se sature, asumiendo exceso de innings y responsabilidades.
Lázaro Blanco, Leandro Martínez, César García y Yoel Mojena están anunciados como abridores para los primeros cuatro partidos. Una vez más, Martí apostará por Leandro como segundo abridor, a pesar de que perdió sus dos aperturas ante los Cocodrilos en la temporada regular donde terminó lanzando para 7.71 ERA y soportó .370 de promedio ante 31 oponentes. Dando por sentado que Blanco podría obtener la mitad de los éxitos rumbo al trono, el trío de Leandro Martínez, César García y Yoel Mojena tendrán que aportar los triunfos restantes.
2. Desatar el poder y la velocidad en función de la ofensiva
Aunque los Alazanes necesitan el aporte de Guillermo Avilés y Carlos Benítez como principales remolcadores del equipo, todos los bateadores del lineup serán cruciales para desarrollar el trabajo ofensivo de los Alazanes. Contando sólo seis jonrones en 450 apariciones en home durante 11 juegos, se puede apreciar que Granma no contó con el suficiente poder de sus sluggers.
Es razonable, sobre todo tras la salida de Alfredo Despaigne, la lesión de Lázaro Cedeño y luego el proceso de aislamiento por el que pasó Avilés, quien debió recuperarse tras dar positivo a la COVID-19. Ante Industriales en Cuartos de Finales, los Alazanes batearon sólo para línea de .252/.349/.325, anotando 3.2 carreras por partido. Sin embargo, todos esos números mejoraron ante el pitcheo de Pinar del Río: Lo primero, el aporte ofensivo de Guillermo García y Raico Santos, quienes se combinaron para remolcar 10 carreras, fue parte del gran repunte de los Alazanes.
Del bajo slugging de .325 ante los lanzadores de Industriales, elevaron su poder a .468, con 16 dobles, cuatro jonrones y 52 carreras anotadas —para promedio de 8.6 por partido—. También la disciplina en home ayudó, pues los Alazanes lograron sacarle 44 bases por bolas al pitcheo pinareño, y luego remolcar al 27.8% de los corredores que llegaron hasta posición anotadora.
Así pues, si tanto Raico como Roel Santos —quienes suman cuatro bases robadas en estos playoffs, ¡las mismas que Matanzas!— y Osvaldo Abreu siguen embasándose con frecuencia en los primeros tres turnos, las probabilidades de que Benítez y Avilés lleguen con hombres en base serán cada vez más frecuentes. Recuerda, Benítez y Avilés se unieron para promedio de .337, con 12 extra bases (seis de ellos jonrones), 22 RBIs y 28 carreras producidas contra el pitcheo de los Cocodrilos en las Semifinales de 2017 y 2018.
Si un rendimiento similar a ese impacto puede repetirse, los Alazanes van a encontrar su principal fórmula para galopar por el plato. Eso sí, también hay que tener en cuenta que Avilés fue limitado de 17-3 en Cuartos de Finales ante Industriales, sin extra bases y dejó a 11 corredores esperando remolque en posición anotadora. Por esa razón, bateadores como Iván Prieto, Darién García y Guillermo García en los turnos seis y siete, enfrentarán situaciones cruciales, sobre todo siempre que los lanzadores matanceros se quiten de encima a Avilés o Benítez. La otra parte de la producción que esperan los Alazanes explotará si los bateadores del fondo del lineup, Yulian Milán y Alexquemer Sánchez, pueden aportar como lo hicieron en la Semifinal.
En este sentido, hay un punto que suena bien preocupante: La tanda baja de Granma (7mo, 8vo y 9no bates), ha promediado sólo .207 en esta postemporada, dejando a 32 de los 39 corredores encontrados en posición anotadora. A eso, podemos unirle que los Alazanes promediaron sólo .234 cuando sus bateadores subieron al plato sin outs. Para vencer a Matanzas, no hay dudas de que la producción de carreras siempre será decisiva, al igual que el trabajo defensivo para apoyar al pitcheo.
3. Estabilizar la defensa y que el bullpen pueda mantener las ventajas
Una ventaja para los Alazanes, es que los Cocodrilos no traen el formato de juego basado en la rapidez de sus bateadores: Han robado sólo cuatro bases en nueve juegos. No obstante, los corredores suelen ser agresivos en las bases y la habilidad de bateadores como Ariel Sánchez, Aníbal Medina y Yadil Mujica, puede ser clave en jugadas de corrido y bateo. Visualizando todo esto, es razonable que el trabajo defensivo de los Alazanes podría marcar la diferencia. Ellos lo necesitan, sobre todo porque el bullpen ha trabajado para 6.75 ERA, admitiendo línea oponente de .318/.423/.364.
En 112 lances, los Alazanes han fildeado para un pésimo promedio de .955 cuando el bullpen se hizo cargo del juego. Probablemente sin Kelbis Rodríguez, quien ha sido el principal relevista del equipo, el diestro Carlos Santana asumirá la responsabilidad de cerrar los juegos. Pero si los abridores no pueden avanzar y los relevistas situacionales son inconsistentes, será difícil que Santana sólo pueda obtener la bola cuando el equipo esté con ventaja. Por cierto, mantén estos resultados en perspectiva: En el séptimo y octavo inning, el bullpen de los Alazanes ha permitido que anote el 40.9% de los corredores desde posición anotadora en estos playoffs.
Cocodrilos de Matanzas
1. Que el lineup pueda encabezar el ataque
Hay dos puntos interesantes que deberíamos traer a la mesa: Los Cocodrilos de Matanzas anotaron 31 carreras contra los Elefantes de Cienfuegos en tres juegos. ¿Recuerdas? Sí, promediaron .430 OBP y .596 slugging. Luego, en su serie de Semifinal contra los Leñadores, ¿qué sucedió? ¿Cómo se comportó la producción? ¡También anotaron 31 carreras, pero en seis partidos! Sí, 31 y 31. Sin embargo, como notarás, el promedio de 10.3 carreras por juego contra Cienfuegos, bajó a 5.1 ante Las Tunas. ¿Una razón de peso? Las bases por bolas. Mientras el pitcheo de los Elefantes embasaba a un corredor por boleto cada 6.7 apariciones en home, frente a Las Tunas esa tasa bajó hasta 10.2. Por eso, aunque el promedio de .317 se mantuvo en ambas sub-series, el OBP descendió de .430 a .389. Ahora, ¿qué significa todo eso? Que los Cocodrilos necesitarán la mejor producción de su bateo oportuno.
Y, luego de irse promediando .341 contra los Elefantes, el reto será diferente frente al staff de los Alazanes, un equipo que ha obsequiado sólo 3.8 boletos por cada nueve entradas en esta postemporada. Entonces, no bastará embasar a los corredores y moverlos hasta posición anotadora: Los batazos oportunos y aprovechar las situaciones de alto apalancamiento serán cruciales en busca de cada éxito.
La principal responsabilidad estará en los bateadores del centro del lineup, pero los Cocodrilos necesitan que todos les funcionen: Que Aníbal Medina (.250/.357/.361 en estos playoffs) sea capaz de mover a los corredores y aproveche la presencia de Eduardo Blanco (.448/.467/.552) en las almohadillas. Tanto a Medina como a Jefferson Delgado y Yariel Duque, les ha faltado el “clutch” en situaciones decisivas, sin aprovechar la efectividad de Blanco y Ariel Sánchez delante (se ha embasado 24 veces en 44 apariciones en home). Medina, ha dejado a 12 de los 15 corredores encontrados en posición anotadora, Duque a nueve de 10, y Jefferson suma 20 de 23 sin poder remolcar.
Si Medina y Jefferson salen de sus respectivos “slumps” en el plato, y Eduardo Blanco, Ariel Sánchez, Yadil Mujica mantiene su ritmo (promedia .615 OBP y 1.206 OPS en estos playoffs), habrá altas probabilidades de que Matanzas pueda producir carreras y acumular corredores cuando Erisbel Arruebarena y Yadir Drake —a partir del segundo juego— suban al plato.
2. Salidas de calidad
Si nos guiamos por los resultados de la temporada regular, el dominio del staff de lanzadores de Matanzas no parece estar lejos de reeditar su impacto ante los Alazanes: Noelvis Entenza se apuntó un “No-no” y dejó a Granma en dos hits durante 10 innings. Renner Rivero también entregó una apertura sin carreras permitidas durante siete innings. Yoanis Yera viene a intentar devorar a los Alazanes, luego de dos playoffs en la historia donde pudo ganarles sólo una vez.
El talentoso zurdo Naykel Yoel Cruz también podría unirse a los brazos que impulsen a Matanzas, pero deberá olvidar el ataque de ocho carreras que le propinaron los Alazanes en tres innings durante la temporada regular. A diferencia de Granma, Matanzas sí rompió rotaciones y buscó ganar el juego del día.
A su favor, Ferrer ha contado con un pitcheo que, normalmente, neutraliza a sus oponentes sacándoles al primer bateador del inning. Sin embargo, el comando de los lanzadores no ha sido tan consistente como los pitchers granmenses. Eso ha provocado que la caída de 13.2% a 7.8% en strikeouts durante el segundo y tercer enfrentamiento de cada pitcher ante el lineup contrario, exponga las deficiencias en la durabilidad sobre la lomita.
En ese sentido, Ferrer ha sido bastante poco conservador, asumiendo también que tiene un bullpen con varios lanzadores de experiencia disponibles. Al final, todo responderá a una secuencia. Si los abridores colocados por Matanzas pueden hacer el trabajo de avanzar en el juego, entonces el bullpen tendrá la posibilidad de seguir manteniendo su excelente trabajo: Han lanzado para 1.53 ERA, con cinco salvamentos, dejando a sus oponentes en esta discreta línea de .208/.283/.280.
3. Neutralizar la velocidad de los Alazanes con la defensa
Una de las herramientas que los Alazanes pueden explotar es el robo de bases, sobre todo con Roel (10) y Raico (13) Santos, quienes han registrado 23 de los 35 robos del equipo en 44 intentos efectivos —sin contar los que se llevaron a cabo en fouls o bolas puestas en juego—. Pero además de los Santos, Alexquemer Sánchez (3) e Iván Prieto (5) no fueron asiduos robadores, pero lograron apuntarse algunas estafas. Incluso el propio Guillermo Avilés, sumó dos robos entre los 12 de 20 jugadores de Granma que registraron al menos un intento.
Así que, como definí aquí anteriormente, la defensa de los Cocodrilos jugará un papel fundamental. Y esa función no sólo se reducirá a la responsabilidad que tendrá el cátcher Andrys Pérez detrás del home: También cuenta para los jugadores del infield —incluidos los pitchers— y el outfield, quienes serán vitales para intentar evitar que los Alazanes puedan imponer su habilidad siempre buscando una almohadilla más.
(Collage de fotos en la portada: Yirsandy Rodríguez)
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