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Foto del escritorYirsandy Rodríguez

El ‘Perfect Game’ de Geonel Gutiérrez hace historia y aumenta la debacle inicial de Industriales

—Geonel Gutiérrez protagonizó otra joya de pitcheo, esta vez propinándole un Perfect Game en cinco innings a los Industriales




Geonel Gutiérrez había estado en un escenario similar, subiendo al montículo por los Cazadores de Artemisa. En aquella oportunidad camino a la perfección, aunque superó la presión y controló las emociones, el resultado no derivó en un perfect game. Aun así, experimentó el sentimiento especial que se siente lanzar un “no-hitter”, ese sueño esperado por cualquier lanzador, incluso en medio de un contexto altamente favorable al encabezar el éxito de su equipo por nocaut.


Este lunes, habían pasado cuatro años, ocho meses y nueve días desde que Geonel Gutiérrez protagonizara una de las historias más memorables para lanzadores en el béisbol cubano: logró completar un no-hitter de siete entradas ante Santiago de Cuba, el 7 de septiembre de 2018 en el estadio Guillermón Moncada. La victoria por 10-0 de los Cazadores de Artemisa flexibilizó el reto de Geonel, pues debió lanzar siete entradas en lugar de nueve para apuntarse el no-no.


Esta vez, el reto era contra Industriales, equipo que el zurdo artemiseño había vencido en sus últimas dos decisiones después de tres derrotas. Con ese resultado en su historia reciente frente a los Leones, la confianza de Geonel comenzó a convertirse en su principal arma. Y, siendo honestos, el slump general que atravesaban los Azules fue una oportunidad que Geonel no perdonó. Desde su enfrentamiento inicial contra la alineación, al tiempo que los Cazadores tomaron ventaja de 6-0 —marcando dos carreras en cada uno de los innings durante el primer tercio del match—, teníamos tres probables resultados en perspectiva:


1. Un posible tercer nocaut consecutivo de Artemisa vs Industriales, que podía extenderse a un segundo súper nocaut en fila.

2. ¡ALERTA DE NO-NO DE GEONEL!, QUIEN YA ACUMULABA UNO EN SU CARRERA!

3. ¿Un despertar de los Azules, al menos para evitar lo nunca visto?: el posible tercer nocaut consecutivo recibido por el equipo en su historia.


Sí, las probabilidades 1 y 2 fueron un hecho. De la “1”, se encargó el lineup de los Cazadores que, a pesar de producir un solo extra base de sus 12 hits, aprovechó los siete boletos y tres dead balls lanzados por los pitchers de Industriales. La variante “3”, sin dudas fue la más emocionante, aunque el juego marchaba por 16-0 a favor de Artemisa: Geonel Gutiérrez estaba a tres outs de pasar a la historia como el segundo lanzador en propinar un JUEGO PERFECTO en Series Nacionales.


Veinte y tres años después de que el diestro supersónico de los Gallos de Sancti Spíritus, Máels Rodríguez, dominara al lineup de Las Tunas con un perfect game en nueve entradas el 22 de diciembre de 1999, Geonel subió al montículo del estadio 26 de Julio para rematar a los Leones y completar su exquisito trabajo. Cada inning se había ido sin un excesivo plan estratégico de Geonel: ponchó a Sandy William Menocal en el primer capítulo, y luego dominó a Jorge Enrique Alomá y a Yosvany Peñalver, quienes entregaron sendos elevados al short.


Yasiel Santoya abrió la segunda entrada con otro elevado al infield, batallando contra el cambio de velocidad de Geonel. Walter Orlando Abreu, quien ha ajustado su swing contra lanzadores diestros, pero aún suele ser vulnerable ante zurdos, terminó ponchándose. Oscar Valdés también salió sentenciado por la vía de los strikes para el tercer out. Y, luego, la tanda baja conformada por Ariel Hechevarría, Dayron Hidalgo y Ernesto Oses—ambos debutantes—, recibió tres strikeouts.


Tras esos cinco ponches consecutivos, Menocal roleteó al short, Alomá elevó el rightfield, y Yosvany Peñalver bateó un rodado a la inicial. ¡12 outs! ¡Faltaban tres más para hacer historia! Genial joya monticular de Geonel, sin dudas, pero antes de continuar, permítame subrayar un punto que creo crucial en nuestras historias y debates sobre los recientes no-no en el béisbol cubano: como escribí el año pasado, cuando se le concedió el no-no al diestro de los Alazanes, Erluis Blanco, creo que la liga debería revisar ese tipo de peculiares hazañas.


¿Por qué peculiares? Si analizamos, está claro que cinco innings es la cantidad oficial reglamentada para acreditar el éxito a un pitcher en juegos de siete entradas o súper nocauts. Es real: el lanzador no ajustó la regla “tradicional” que todos conocemos, donde un no-no o perfect game es inadmisible como hazaña si no cuenta con al menos 27 outs.


Lo cierto es que, al final, Gutiérrez consiguió el no-hitter de 15 outs tras dominar a Santoya en elevado al right, ponchó a Pacheco y sacó de circulación a Oscar Valdés, quien entregó el out final con un bounce al antesalista Armando Balaguer Jr.*


*Dato para la diversión y volver a decir… ¡oh! ¡no puedes predecir el béisbol!: El manager debutante de los Cazadores, Yuliesky González, ex lanzador estrella y campeón con los Vaqueros del Habana en 2009, cambió al antesalista Yansué Moré por el novato Balaguer Jr., quien cometió siete errores en sus primeros cuatro juegos durante la Serie Nacional Sub-23 del año pasado. No intento decir que ese fue un mal cambio: simplemente, los números nos muestran cuánto arriesgado pudo ser y, sobre todo, un vistazo más a la ineludible fragilidad situacional de la cual puede depender un PERFECT GAME.


Con las reglas de súper nocaut implementándose, era de esperar que en algún momento un lanzador lograra el perfect game. Cinco innings, es equivalente al 56% de los 27 tradicionales outs, y 12 oportunidades menos que se ahorran los lanzadores para intentar preservar la perfección. No sé si finalmente se tomará una medida razonable con los no-hitters y los perfect games donde los lanzadores no registren al menos nueve entradas, pero esto es lo que hemos aprendido sobre la marcha: en nueve de los últimos no-no, los ganadores han lanzado siete entradas o menos, y en cinco de ellos, apenas cinco innings.*


*El último no-no tradicional, con 27 outs, fue lanzado el jueves 29 de octubre de 2020, en el estadio Cándido González (como sede en los ajustes del calendario debido al azote de la COVID-19). El protagonista desde el montículo resultó el diestro de los Tigres de Ciego de Ávila, Arnaldo Rodríguez, durante un éxito por 3-0 sobre Pinar del Río.


Personalmente, estoy feliz con este tipo de hazañas, porque valoro lo difícil que es para un lanzador controlar a sus oponentes. Geonel, por ejemplo, propinó siete ponches, lo cual suponemos que ayuda más a los lanzadores, mientras permitan menos bolas puestas en juego. Sin embargo, Geonel terminó con 85 pitcheos, para promedio de 17 por entrada.


A ese ritmo, si los Cazadores no hubiesen propinado el súper nocaut, Gutiérrez se habría quedado cerca de los 120 pitcheos para completar siete entradas. La diferencia de un inning más habría sido desgastante, pero también vale señalar que Geonel tenía el control del juego: los bateadores de Industriales fallaron el 75% de los swings contra sus pitcheos rompientes, la mayoría al primer lanzamiento y en cuenta pareja.


Definitivamente, era la tarde de Geonel Gutiérrez, quien pasó a la historia como el primer lanzador zurdo que registra dos no-hitters —el de este lunes fue el número 63 en Series Nacionales—, y uno de ellos perfect game. El brazo de Geonel sometió a los Leones con su tercera victoria en fila, arreciando la debacle sin precedentes que atraviesan en este inicio de campaña.


(Foto: Geonel Gutiérrez/Radio Bayamo)

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