El swing de José Abreu fue imparable contra los lanzadores de los Twins: para los Rangers será prioridad detenerlo.
Antes de que José Abreu explotara con tres jonrones en sus últimos dos juegos de la ALDS contra los Twins de Minnesota en Target Field, hubo una tendencia que encendió las alarmas: los lanzadores no habían conseguido que fallara ni siquiera un swing.
Estaban luchando, literalmente. Y se quedaron lejos de establecer un punto viable de ataque dentro o fuera de la zona de strike. Bailey Ober lanzó lo mejor de su repertorio (su slider y changeup) y, aunque ganó sus dos matchups contra Abreu, no logró un swing fallo en el Juego 1. Después de enfrentar a Ober, Abreu tuvo éxito contra una slider de Kenta Maeda. Bateó un sencillo al left y le dio a los Astros una importante ventaja por 4-0 en el final del quinto inning.
Luego, durante su última aparición al plato en el Juego 1, caminó contra Caleb Thielbar en el séptimo.
En el Juego 2, Abreu fue dominado tres veces por el as de los Twins, Pablo López, y terminó la noche de 4-0, pero no falló ningún swing. Así, llegó el Juego 3 en Target Field, donde Abreu bateó de 5-2 con dos jonrones y cinco remolcadas. En tres juegos, había visto 52 pitcheos y falló solo dos swings, ambos contra lanzamientos fuera de la zona de strike. Y, finalmente, en el Juego 4, cerró la serie bateando de 4-2 con un jonrón decisivo y ningún swing fallo tras recibir ocho pitcheos.
Resumiendo, los Twins lanzaron bolas rápidas en un 86% al primer lanzamiento contra Abreu. Esa fue la primera tendencia de ataque. En situaciones de dos strikes, lanzaron sliders en el 50%, y un 40% de bolas rápidas de cuatro costuras. Pero después de que Abreu lideró el ataque del Juego 3 con dos jonrones y cinco remolcadas, los lanzadores de Minnesota redujeron el uso de la bola rápida al 50% en el primer lanzamiento.
Prefirieron desafiar a Abreu con altas velocidades en conteos decisivos. Combinaron un 51% entre changeups (13%), sliders (13%) y sinkers (25%), dejando la utilización de la bola rápida en un 49%. Los Twins confiaron en la efectividad de sus lanzadores. Si bien no tuvieron un staff con brazos supersónicos —calificaron en el lugar 18 del ranking de velocidad en la bola rápida—, sus brazos permitieron el xBA más bajo (.243) de toda la liga en 2023.
Entonces, era razonable que intentaran imponer su arma más dominante en momentos claves. Cuando los lanzadores obtuvieron ventaja en el conteo o llegaron a dos strikes, entonces suprimieron gran parte de los pitcheos rompientes por puras bolas rápidas y sinkers en más del 67%. Sin embargo, Abreu destrozó la estrategia de los Twins: bateó tres jonrones, dos de ellos en siete veces al bate que terminaron con bolas rápidas de cuatro costuras.
También fulminó las sliders con un sencillo y un jonrón en cinco turnos al bate. Aún no terminamos: en sus únicas dos apariciones que se decidieron con una curveball, golpeó un sencillo y registró una caminata.
Ahora que podemos ver y analizar con más claridad sus 17 apariciones al plato en la ALDS, no hay otra manera de decirlo: Abreu aplastó el pitcheo de los Twins de Minnesota. Ya sabes cómo pulverizó la estrategia inicial cuando intentaron neutralizar su swing con bolas rápidas en los primeros pitcheos, para luego intentar que fallara contra las sliders. Pero he aquí otro punto clave a considerar. Se trata de cómo y dónde Abreu aplastó los lanzamientos de los Twins. Examinemos esta interesante gráfica de calor:
¿Dónde están los swings y fallos en la zona de strike? Simplemente no existieron. Y téngase en cuenta que Abreu hizo swing contra el 71% (22) de los 31 pitcheos que recibió en la zona de strike. Siguió siendo agresivo y, a diferencia de la temporada regular, se ajustó de tal forma que sus manos llegaban a tiempo para devorar cualquier pitcheo.
¿Qué sigue? Veamos algunas tendencias más:
Swings a pitcheos en la zona de strike: 22
Swing y fallos: 0
Swing en los tres tercios de la zona de strike:
Tercio alto: 10
Tercio medio: 9
Tercio bajo: 3
De acuerdo, aumentar el contacto contra los pitcheos no fue el único camino al éxito de Abreu. Mira aquí cómo los aplastó. Sus velocidades de salida, sobre todo contra lanzamientos altos y pegados dentro de la zona de strike:
A esos promedios también podemos adicionar que Abreu golpeó cuatro de sus últimas siete bolas puestas en juego a 106 mph o más. Por supuesto, en base a cada uno de esos ajustes, los Rangers establecerán su estrategia de pitcheo. Y, si nos guiamos por el historial de Abreu contra los lanzadores de Texas durante la temporada regular, las expectativas sobre otro breakout vuelven a dispararse: produjo tres jonrones y remolcó 17 carreras en 13 juegos, su máximo rendimiento frente a los rivales de los Astros en 2023.
Abreu registró siete de esas 17 RBI en la victoria por 12-3 de los Astros el pasado 6 de septiembre en Globe Life Field, cuando bateó de 5-3 con dos vuelacercas y un doble, su único partido de multi-jonrón en todo el año.
Contra el zurdo Jordan Montgomery, quien fue anunciado por los Rangers para abrir el Juego 1 de la ALCS este domingo, Abreu ha bateado de 14-4 en su carrera. No acumula extra bases ni boletos, y se ha tomado dos ponches. La clave de Montgomery ha sido que, en nueve de esos 14 matchups, ha logrado llevar a Abreu hasta conteos de dos strikes.
Así que el reto está planteado: a partir de este domingo, abrimos otro capítulo de José Abreu en esta postemporada con los Astros de Houston. El sueño del inicialista cubano de ganar su primer anillo de Serie Mundial continúa. Veremos si la inspiración y sus ajustes en el plato serán suficientes para volver a guiar la ofensiva de Houston.
Por su parte, los lanzadores de los Rangers trazarán su estrategia contra cada bateador de los Astros, pero sin dudas dedicarán especial atención cuando enfrenten al dúo de sluggers cubanos conformado por Yordan Álvarez y José Abreu, quienes bombardearon a los Twins de Minnesota.
El desafío apenas comienza.
(Foto: José Abreu/Astros de Houston)
Comments