La sensacional racha de hit del cubano José Adolis García terminó.
A pesar de embasarse par de veces por boletos, “El Bombi” no logró conectar de hit este domingo ante los lanzadores de los Tigres de Detroit. Tras irse de 2-0 en la derrota de los Rangers de Texas por 9-8, Adolis se quedó a un partido de igualar la legendaria marca de Rafael Palmeiro, quien hace 28 años implantó récord con 24 juegos consecutivos bateando de hit vistiendo el traje de los Orioles de Baltimore.
Durante la noche del sábado, Adolis igualó a Orestes “Minnie” Miñoso con 23 juegos seguidos conectando de hit, la segunda mayor marca entre bateadores nacidos en Cuba que han jugado al más alto nivel del béisbol. El récord de Minnie reinó por 39 años (1955-1994), y el de Palmeiro sigue intacto desde la temporada de 1994.
Si sigues el accionar de los peloteros cubanos en MLB o eres fanático de los Rangers, es probable que te hayas hecho esta pregunta una y otra vez durante los últimos 25 días: ¿Realmente visualizamos a José Adolis García como el bateador que posee un swing capaz de mantener una racha de al menos 20 juegos consecutivos bateando de hit en MLB? La respuesta es obvia, incluso antes de saber esto:
Whiffs-30%+
Luke Voit: 100% (6-6)
Joey Gallo: 100% (5-5)
Franchy Cordero: 100% (5-5)
Adolis García: 83.3% (5-6)
Mike Trout: 83.3% (5-6)
Patrick Wisdom: 83.3% (5-6)
Chris Taylor: 83.3% (5-6)
Nolan Gorman: 83.3% (5-6)
Fuente: Savant Baseball.
Bueno, a este grupo podríamos llamarle el pequeño batallón de bateadores, cuyos swings han sido los más vulnerables en esta temporada de 2022. ¿Qué significa Whiffs-30%+? Vas a familiarizarte fácilmente: se trata del porcentaje de swing sin contacto de cada bateador con al menos un 30% ante cualquier lanzamiento que haya recibido al menos 100 veces este año.
Veámoslo así: Adolis, por ejemplo, aunque fue el primer bateador con “20-20” en jonrones y bases robadas durante esta temporada, ha promediado al menos 30%+ de Whiffs (swings sin contacto) contra cinco de los lanzamientos que ha recibido este año. He aquí el desglose:
—Changeup: 169 pitcheos vistos/42.5% Whiffs
—Slider: 477 pitcheos vistos/41.0% Whiffs
—Curveball: 134 pitcheos vistos/38.5% Whiffs
—Fastball (4-Seamer): 792 pitcheos vistos/34.5% Whiffs
—Cutter: 100 pitcheos vistos/34.0% Whiffs
—Sinker: 298 pitcheos vistos/13.0% Whiffs
La sinker no ha sido el lanzamiento que más fuerte ha golpeado El Bombi en esta temporada, sino las curveballs con un 57.7% de conexiones contundentes. Sin embargo, como vimos en las estadísticas de lanzamientos, su swing falla casi tres veces menos ante sinkers en comparación con las tasas contra otros picheos. Y, siguiendo el patrón de esta lista, no creo que te sorprenda ver a Luke Voit y Joey Gallo en la cima del ranking, ¿verdad?
Ahora, después de apreciar el argumento revelador proporcionado por Whiff-30%+, quizás te invadan los mismos pensamientos que pasaron por mi mente cuando Adolis caminó hacia el plato este domingo durante el final del noveno inning contra el relevista de los Tigres, Joe Jiménez… ¿Cómo ha podido suceder? ¿Qué tan improbable era lo que estábamos viendo?
Por supuesto, ya sabes la respuesta si de métricas y análisis se trata, pero la hazaña seguía destruyendo toda lógica. En 23 juegos de la seguidilla, Adolis promedió .316 (95-30) y registró .350 OBP, el porcentaje más bajo entre 11 bateadores cubanos que habían marcado hits en al menos 20 partidos consecutivos durante una temporada de Grandes Ligas.
Creo que ese es otro punto a favor de lo improbable, aunque este se presenta como el más sorprendente: Adolis se ponchó en el 43% de sus 65 fallos durante la racha (30 hit en 95 veces al bate), ¿y sabes qué significaba esa tendencia? Duplicó seis de las 10 tasas de strikeouts en el ranking de bateadores cubanos con rachas de al menos 20 juegos consecutivos bateando de hit.
K% por cada fallo durante la racha de juegos consecutivos bateando de hit
Adolis García: 43% (23 GHS)
Pancho Herrera: 39% (20 GHS)
José Abreu: 37% (21 GHS)
Rafael Palmeiro: 28% (24 GHS)
José Abreu: 27% (22 GHS)
Kendrys Morales: 18% (20 GHS)
Alexei Ramírez: 18% (21 GHS)
Rafael Palmeiro: 18% (20 GHS)
Yuniesky Betancourt: 12% (20 GHS)
Tony Pérez: 11% (20 GHS)
Leyenda: GHS significa cantidad de juegos consecutivos bateando de hit.
Aun así, con más ponches (31) que hits (30) en su racha activa, Adolis siguió desafiando tanto la lógica como la analítica, pero en cuatro visitas al plato no había podido tener éxito este domingo ante los lanzadores de Detroit. En cambio, logró obtener un par de boletos, solo uno menos que sus tres registrados durante todo este mes de agosto.
Por cierto, hubo otro detalle que me llamó la atención, y fue la combinación de brazos de los Tigres: Drew Hutchison, Andrew Chafin, Alex Lange y Gregory Soto antes de que Julio Jiménez fuera llamado para cerrar el desafío. ¿Qué había de especial entre ellos? Contra todos, Adolis se había ido en su carrera de 8-1 con tres ponches. El único hit se lo conectó a Lange, quien lo dominó en rodado a tercera durante el final del octavo.
Cuando comenzó el final del noveno inning, no parecía haber otra oportunidad ofensiva para El Bombi. Sin embargo, doble de Marcus Semien, jonrón de Corey Seager y un sencillo por el infield de Nathaniel Lowe le abrieron paso a Adolis con un out y los Rangers debajo por una carrera, 9-8.
Después de dos bolas consecutivas en el primer enfrentamiento de su carrera contra el outfielder cubano, Joe Jiménez probó su slider y provocó dos swings sin contacto. Luego Adolis pegó un foul, pero en cuenta de 2-2 no pudo golpear la bola rápida de 95 mph y terminó ponchándose.
Sí, el récord de Rafael Palmeiro sigue siendo intocable, aunque fue reconfortante y divertido seguir a Adolis García mientras se acercaba a la marca 28 años después. Por supuesto, aunque el talentoso outfielder avileño no lo haya logrado, su actuación también fue épica entre los bateadores cubanos de todos los tiempos.
No sé qué piensas sobre cuán épico e improbable fue el sensacional paso de Adolis, pero los números hablan por sí solos: se ponchó en casi la mitad de sus fallos (43%), lo que indudablemente provoca una desventaja si de conectar se trata. Fue, como se conoce, mega agresivo en el plato, con 28 ponches y apenas tres bases por bolas recibidas. Falló 65 de sus 95 veces al bate y, aun así, su swing encontró la manera de rociar hits durante 23 juegos seguidos. Improbable. ¡Increíble podría decirse!
Si me preguntan, no apostaría a que otro bateador con las tendencias producidas por Adolis pudiera lograr una racha similar, aunque todo es posible en el béisbol.
(Foto: Adolis García/Getty Images)
Comments