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Foto del escritorYirsandy Rodríguez

5,000 robos y la grandeza del Rey 'Bert'

Actualizado: 12 sept 2021



Anoche, mientras disfrutaba las actuaciones de los jugadores cubanos y preparaba una taza de café, la noticia comenzaba a generar reacciones en Twitter: En el primer inning ante el cátcher Sean Murphy de los Atléticos de Oakland, Adolis García se convirtió en el jugador cubano que robó la base número 5,000 de todos los tiempos en las Grandes Ligas.


¡5,000! ¡Eso suena bien!


Steve Bellan se robó la primera almohadilla hace poco más de 150 años, pero la gran joya que descubrí algunos minutos después, fue que la cantidad no ha sido el valor más trascendente para los peloteros cubanos. La gran hazaña casi 55 mil días después, ha estado en la efectividad:


Porcentaje de bases robadas por jugadores de diferentes países en MLB %/Intentos


Cuba: 71.8% en 6,965 intentos

República Dominicana: 69.9% en 19,767 intentos

Venezuela: 69.3% en 10,385 intentos


Obviamente, la diferencia del 1.9% que tienen de ventaja los peloteros cubanos, podría cambiar mientras aumenten a otro nivel los intentos de robo, pero creo que valía la pena al menos traerles una referencia para ubicarnos en contexto. De hecho, no siempre el líder robador de todos los tiempos tiene la efectividad mejor calificada, sobre todo debido a la cantidad de intentos. De los 378 peloteros cubanos que han debutado en MLB—incluyendo los lanzadores—, sólo 17 han logrado robar al menos 100 bases.


Entre ese selecto grupo que representa el 4.4% del total, Bert Campaneris, el líder absoluto de todos los tiempos en las Mayores, terminó con el segundo porcentaje más alto, a no ser que extendamos el filtro hasta dejar los a cubanos con al menos 250 intentos de robo. Pero si mantenemos 100, una cifra que me parece razonable para un jugador capaz de promediar al menos 20 intentos en sus primeras 10 temporadas, este sería el Top-10:


Armando Marsans, 82.2%

Bert Campaneris, 76.5%

Jose Tartabull, 74.3%

Leonys Martín, 73.7%

Rafael Palmeiro, 70.8%

José Cardenal, 70.6%

José Canseco, 69.4%

Alexei Ramírez, 69.4%

Tony Taylor, 67.8%

Alex Sánchez, 67.8%


Como puedes apreciar, hay sólo cuatro jugadores que consiguieron sobrepasar la media registrada de 71.8% de robos por los 193 cubanos con al menos una base robada en MLB. Todos ya están retirados, pero el gran mensaje aquí está claro: Es bastante difícil mantener un alto promedio de bases robadas por cada intento efectivo—sin contar las salidas cuando el bateador que estaba en el plato conectó un foul—. Por esa razón, deberíamos ser flexibles con los robadores que extendieron su capacidad por más años e intentos.


En la historia de las Series Nacionales de Cuba, también hemos visto una tendencia similar:


Antonio Jiménez Casa Del Valle, 75.1%

Yulieski Gurriel, 74.6%

Roel Santos, 73.6%

Félix Isasi, 73.1%

Sergio Quesada, 72.4%

Ermidelio Urrutia, 72.3%

Enrique Esteban Díaz, 72.2%

Omar Linares, 72.1%

Víctor Mesa, 71.1%

Silvio Montejo, 69.8%


Víctor Mesa y Enrique Díaz fueron líderes por ese orden durante buen tiempo, pero al finalizar sus respectivas carreras quedaron en los lugares siete y nueve del ranking entre jugadores con al menos 200 intentos de robo. Si aumentamos esa cantidad de intentos a 400s, “Enriquito” escalaría al segundo lugar detrás de Antonio Jiménez Casa Del Valle, y Víctor Mesa sería el tercero. Pero entonces de esa forma se restringiría considerablemente la lista, pues 45 de los 53 que acumularon más de 200 intentos no pudieron sobrepasar los 400.





El inigualable arte de ‘Campy’


Probablemente Dagoberto “Bert” Campaneris, el orgullo de Pueblo Nuevo, sea más recordado a menudo por la hazaña histórica que protagonizó gracias a su habilidad para jugar cualquier posición dentro del campo.


Aquel increíble momento fue hace 56 años, durante la noche del 8 de septiembre de 1965 en el Estadio Municipal de Kansas City. En un extra innings que se extendió a 13 capítulos, “Campy” jugó las nueve posiciones antes de que los Kansas City Athletics cayeran por 5-3 contra los Angelinos de California.




Bert comenzó como shortstop y leadoff, luego cubrió la segunda base en el segundo inning, pasó a la antesala, desfiló por las tres posiciones del outfield, bajó a la primera base, lanzó en el octavo capítulo y terminó como cátcher. En esa octava entrada, Campy permitió una carrera, pero dominó a su primo segundo, el también cubano José Cardenal, quien estaba colocado como primer bate de los Angelinos y terminó el partido de 6-0 con una carrera empujada.


Cuando el desafío de cuatro horas y 14 minutos terminó ante una gran concurrencia de 21,576 espectadores en Kansas City, Campaneris se convirtió oficialmente en el primer pelotero que jugaba todas las posiciones durante un partido de Grandes Ligas. Además, bateó de 3-1, anotó una carrera y se robó su base número 49 de las 51 que coleccionó para liderar aquel año.




Campy jugó 19 temporadas y 2,328 partidos en Grandes Ligas—1,795 con los Atléticos de Oakland—, fue seis veces seleccionado al Juego de Estrellas y trascendió como una de las figuras probablemente más subvaloradas que haya contribuido en los tres títulos de Serie Mundial ganados por los Atléticos de Oakland durante la década del setenta. Gran parte del éxito de los A’s y el valor defensivo agregado que ayudó al dominio de los lanzadores fue garantizado por la admirable destreza de Campaneris.


“Nunca había jugado con un torpedero que lanzara la pelota con tanta fuerza”, dijo Dick Green, quien conformó una brillante dupla defensiva junto a Campy en aquellos equipos de Oakland a mediados de la década de los sesenta. Sin embargo, el gran arte impulsado por la admirable rapidez de Bert Campaneris no era un secreto: Estaba en su virtud para robar bases.


En corto tiempo, durante la transición de su debut a los 22 años en 1964 con los Kansas City Athletics, Campy se convirtió en uno de los robadores más sobresalientes de la década. Después de robar sólo 10 bases en 1964, rubricó su primera de seis campañas liderando la Liga Americana en bases robadas. En 144 juegos, Campy estafó 51 almohadillas durante 70 intentos, para un excelente promedio de 72.9%. Al año siguiente, el reinado siguió, y siguió, y Bert cada vez robaba más titulares: Fue líder en seis de sus primeras nueve temporadas—en el 67’ y 68’ encabezó las Mayores—, cuatro de ellas de manera consecutiva entre 1965 y 1968, con 51, 52, 55 y 62.


Entre 1965 y 1976, el último año en que Campy robó al menos 50 bases en su carrera, formó parte del selectísimo e ilustre club de sólo tres jugadores en MLB con al menos 500 bases robadas:


Lou Brock, 782

Bert Campaneris, 556

Joe Morgan, 504


Y entre los jugadores que robaron al menos 200 bases durante ese mismo lapso de 1965 a 1976, Campy registró la cuarta mejor efectividad:


Davey Lopes, 81.0%

Joe Morgan, 80.8%

Amos Otis, 78.4%

Bert Campaneris, 78.2%

Lou Brock, 77.3%


Cuando terminó su carrera a los 41 años jugando con los Yankees en 1983, Campaneris había registrado al menos 30 robos en 11 de sus 19 campañas. Sobrepasó siete veces la barrera de los 50 robos, dos veces la de 60 y su promedio bajó del 66% en sólo una ocasión, cuando robó 27 bases en 47 intentos (57.4%) a los 35 años con los Rangers de Texas en la temporada de 1977.


Así que la grandeza de Campy no sólo se redujo al contexto del jugador que encabezó el ranking histórico entre los cubanos con sus 649 robos. El impacto de su legado va mucho más allá de ese acumulado final. Y, tal vez como me sucedió al sumergirme investigando sobre su carrera, usted también se sorprenda al conocer las incontables hazañas que Bert Campaneris convirtió en récords aún inalcanzables para los peloteros cubanos de todos los tiempos.


He aquí algunas notas honorables de Campy que, a día de hoy, mientras los porcentajes de jonrones y ponches se adueñan del juego en las Grandes Ligas, viajan como joyas en los anales de la historia:


-Bert aún lidera entre los peloteros cubanos con la racha de 12 juegos consecutivos robando al menos una base, hazaña que firmó entre el 10 y el 21 de junio de 1969. A día de hoy, 52 años después, el compatriota que más se le acercó fue Leonys Martín, pero se quedó a la mitad del camino, con sólo seis partidos seguidos acumulando un robo entre el 26 de junio y el 3 de julio de 2013. ¡Campy se robó 15 bases en 16 intentos durante la racha de 12 partidos!


-Es el único cubano con al menos dos temporadas donde sobrepasó la cifra de 60 bases robadas: 62 en 1968 y 1969, respectivamente, además de siete con 50 o más.


-Sus 649 bases robadas representan el 12.9% de las 5,000 acumuladas por todos los peloteros cubanos en MLB, y la ventaja que le saca al segundo compatriota del ranking, José Canseco, ¡es de 320!


-El jugador cubano en activo con más bases robadas es José Antonio “Candelita” Iglesias, quien acumulaba 57 en 958 juegos este viernes: Esa cantidad, Campy la superó en los primeros 211 partidos de su carrera (¡61!).


-Bert tiene ocho de los 10 mejores récords mensuales en bases robadas para jugadores cubanos. ¡Sí, ocho! ¡Comenzando por sus 20 estafas en 26 partidos durante junio de 1969!


-Aún posee el récord irrompible para peloteros cubanos con sus 43 robos en 80 victorias de los A’s en 1968.


-Robó 402 bases contra lanzadores derechos, el 70.5% de sus 649 como primer bate y en el 88% de sus 107 intentos corriendo en segunda, llegó safe a tercera.


Cada una de esas impresionantes marcas nos recuerdan la impactante carrera de Bert Campaneris, y cómo se convirtió en un legendario ícono de todos los tiempos entre los peloteros cubanos y latinos. A día de hoy, cuando menos hablamos de la velocidad en el béisbol de las Grandes Ligas, estoy seguro de que, a sus 79 años, Campy aún se siente orgulloso de cada logro alcanzado en el béisbol. Y si hubiera jugado en esta época, su devoción por el robo de bases no hubiera cambiado.


Como dijo el antiguo jefe y antagonista, Charlie Finley: “Puedes hablar de Reggie Jackson, Catfish Hunter y Sal Bando, de todos esos grandes jugadores, pero fue ‘Campy’ quien hizo que todo saliera bien”.


(Foto: Bert Campaneris/Sporting News & Getty Images)


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