Por Yirsandy Rodríguez
Después de abrir ganando 2-0 en el inicio del tercer inning, la ofensiva de Santiago de Cuba fue neutralizada en el resto del partido.
Trece de los últimos 15 bateadores de las Avispas fallaron, y los Leopardos de Villa Clara lograron llevarse el éxito este lunes por 3-2, forzando el Juego 5 de la Final en esta VII Serie Nacional Sub-23.
Tras una victoria contundente en el Juego 3, con marcador de 4-1, para ponerse a un paso del título, las Avispas iniciaron delante 2-0 frente al casi invencible as de Villa Clara, el zurdo Oscar Hernández. Hernández abrió este lunes con marca de 2-0 en esta postemporada, una dominante efectividad de 1.00, 0.79 WHIP, nueve ponches y, lo más sensacional: no había lanzado bases por bolas en 14 innings frente a 52 oponentes.
Luego de recibir par de ceros consecutivos—el del segundo inning tras colocar dos corredores en bases—, sencillos de Liván Moreno y Carlos Monier abrieron el marcador 2-0 a favor de Santiago de Cuba. Sin embargo, Villa Clara, aunque llegó al Juego 4 con menos de 3.0 carreras anotadas por partido, ha sabido remontar déficit. Un doble de Mailon Tomás Alonso empató el score 2-2, y cañonazo de Ariel Pestano Jr. provocaron la explosión del abridor Jorge Freddy Méndez.
Con dos outs, Eider Yasel Pérez cortó la inspiración de los Leopardos en su regreso al Augusto César Sandino, y dominó a Yury Marcos Fernández en elevado al right field.
En las siguiente tres entradas, el picheo de ambas selecciones tomó el control del juego, ayudados en gran medida por la defensa. Pérez retiró a 10 bateadores del line up villaclareños de manera consecutiva, pero las Avispas dejaron escapar una gran oportunidad de anotar en el inicio del sexto. Después de dos outs, Reinier Castillo conectó sencillo al left field, Rolando Veranes recibió un pelotazo y Oscar Hernández perdió en el conteo a Daniel Colás—apenas el sexto boleto en 42 ⅔ innings durante toda la campaña—.
El manager de Villa Clara, Julio César Álvarez, no esperó más y sustituyó a su as por el diestro Jan Edwing Cabrera, quien cerró la entrada dominando a Marcos Terry con fly al center. Esos fueron los últimos tres corredores que dejó sobre las bases Santiago de Cuba, sumando ocho cuando terminó ese sexto episodio. Durante la Final, esa ha sido una asignatura pendiente de las Avispas: el bateo oportuno, sobre todo en la segunda mitad del juego.
Contra los lanzadores de Villa Clara, Santiago de Cuba ha producido para apenas .200 de promedio con corredores en posición anotadora en situaciones a partir del quinto capítulo de cada partido. En cambio, los Leopardos, que entraron al Juego 4 con un bajo promedio de 2.7 carreras anotadas en estos playoffs, han sido altamente productivos en comparación con las Avispas, exhibiendo .286 de promedio.
Aun así, el Juego 4 este lunes estuvo cargado de infortunio para ambas ofensivas, que se combinaron de 14-1 abriendo innings. Sí, comenzar con un corredor en primera sin outs fue prácticamente improbable. Y esa es la razón por la cual, al final, podemos decir que Santiago de Cuba perdió el partido con un lanzamiento. ¿Un solo picheo? Sin dudas: el wild pitch que le dio vida a Luis Darío Machado al abrir el final del séptimo inning, después de tomarse su 18vo ponche de toda la campaña—lidera el equipo en esa categoría negativa—.
Desde el tercer episodio, cuando Daniel Colás abrió la entrada con un doble de línea al center, ningún bateador se había embasado sin outs. Entonces, era el momento para los Leopardos en casa. Andy Valle corrió como emergente por Machado y se robó segunda. Leonardo Montero roleteó al campo corto y Valle se coló en la antesala.
El manager Eddy Cajigal esperaba que sus estrategias fructificaran. Yoelvis López recibió base intencional, los jugadores del infield se prepararon para buscar el out por el plato, pero Randy Alonso volvió a encontrar un espacio y su conexión de rolling hacia el right field dejó al campo a los bicampeones nacionales, 3-2.
¡Habrá Juego 5 este martes!
(Foto: Randy Alonso/Carolina Vilches, Vanguardia)
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