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Foto del escritorYirsandy Rodríguez

¡Victoria de Cuba! — ¿habrá un día más?



Para Cuba, aún hay esperanzas de discutir la medalla de bronce en la III Copa Mundial U-23 de béisbol, con sede en Hermosillo y Ciudad de Obregón, México.


Después de abrir perdiendo 5-0 en el inicio del segundo tercio este viernes contra Panamá, la ofensiva cubana reaccionó sin comparación en el torneo: Empataron tres veces el score—a cinco, a siete y a ocho carreras—, antes de vencer por 9-8 durante el Tie Break en el final del octavo inning.


El éxito aún no asegura que el team Cuba, con marca de 2-3 en esta Súper Ronda, podrá discutir la medalla de bronce del evento. Los lugares se definirán esta noche dependiendo del resultado entre Colombia y México. Si los anfitriones obtienen la victoria en Sonora Stadium, discutirán la final contra Venezuela y entonces Cuba se mediría contra Colombia por el tercer lugar.


De lo contrario, no habría probabilidades de clasificación para Cuba.


Entonces, hay que esperar. La reacción del team Cuba ha sido tardía, pero aún no están eliminados. Es cierto que, cuando borramos las carreras sucias de ambos equipos, Panamá habría ganado 5-4. Sin embargo, los números del Box Score ni ninguna estadística podría cuantificar el significado de una victoria como la obtenida por Cuba este viernes en ocho peleadas entradas.


Después de entrar al juego con una sola carrera anotada en 12 innings a la ofensiva contra los lanzadores de Venezuela y Colombia—cayeron por nocaut 11-0 y 6-1, respectivamente—en esta Súper Ronda, Cuba luchó sin cesar. La diferencia en comparación con otras victorias no fue sólo que le ganaron a Panamá, uno de los equipos revelación del torneo.


No. También mostraron varios de los destellos y ajustes que no vimos al mismo nivel en otros partidos:


-Los bateadores del centro del lineup remolcaron carreras: Yuddiel González volvió a ser el hombre del “clutch”, con su segundo hit de oro para darle el éxito a Cuba. Guillermo García impulsó dos carreras en tres turnos con corredores en bases. ¿Anteriormente? Había acumulado 23 apariciones en home con sólo una empujada.


-Cuba embasó corredores en siete de las ocho entradas—incluyendo a Iván Prieto, ¡que rompió una cadena de 15-0!—.


-Presionaron a los rivales. La explosiva carrera de primera a segunda de Geisel Cepeda, influyó para romper el double play con el rolling a segunda de Guillermo García en el final del octavo inning. El torpedero panameño, Joshwan Wright, no pudo ni siquiera tirar a la inicial en busca de un out que habría terminado el partido, pero le permitió el empate a Cuba.


-Llegaron las conexiones contundentes y oportunas, al punto de que Cuba produjo sus únicos tres extra bases tras 89 apariciones en home combinadas durante esta Súper Ronda. El único extra base que no derivó en carrera, fue el triple de Loidel Chapellí Jr. en el primer inning. Tres entradas después, el doble de Rodolexis Moreno con bases llenas fue clave para inspirar al equipo, antes de que Guillermo García y Yuddiel González completaran el rally de cinco carreras. Por supuesto, el doble de Yandy Yanes fue decisivo—en un peleado turno de siete pitcheos—para que Cuba empatara el match 7-7 con el elevado de sacrificio al right de Rangel Ramos en el final del séptimo.


-La tanda baja, del sexto al noveno, Yanes-Prieto-Ramos-Moreno, anotó cinco de las nueve carreras y empujó la mitad de las ocho. En juegos anteriores, habían sido prácticamente anulados.


-El relevo de Brayan Chi fue clave. ¿Lo primero y a veces altamente subvalorado en el trabajo de los relevistas?: Controló la situación cuando estaban las bases llenas con dos outs en el inicio del cuarto inning.


Panamá ganaba 5-0. Obviamente, no sabemos qué habría pasado si Chi no dominaba al quinto bate Abraham Rodríguez, pero la ampliación del rally quizás hubiese sido decisiva. Resume todo al “IR” o “corredores heredados”, como prefieras llamarle. Ahí estuvo la ineficiencia del diestro granmense Kelbis Rodríguez, quien entró con cuatro corredores heredados y todos le anotaron.


Tras la explosión del abridor, el talentoso lanzador pinareño Frank Abel Álvarez, quien admitió cinco carreras limpias en 3 ⅔ innings, Chi aseguró los siguientes 13 outs con 58 pitcheos y solo tres hits permitidos ante 16 rivales. Las tres carreras que Panamá le anotó fueron sucias, una por error en tiro a primera de Yandy Yanes en el inicio del sexto capítulo y otras dos en el Tie Break.


-La disciplina en el plato ayudó, y varios bateadores organizaron mejor su selección de lanzamientos: El lineup cubano vio 145 pitcheos en 41 comparecencias—a promedio de 3.5—, pero lo más interesante fue la combinación de agresividad y paciencia: Fallaron 13 de sus 57 swings (22.8%), una tasa mucho más efectiva que el acumulado general de 41.5% registrado antes del juego. En el final del octavo episodio, la paciencia fue decisiva contra el descontrolado zurdo de Panamá, James González.


¿México vencerá a Colombia? ¿Podrá Cuba discutir la medalla de bronce de esta III Copa Mundial U-23? En pocas horas lo sabremos, pero fue gratificante ver cómo el team cubano logró reaccionar para vencer y seguir luchando por un día más en la competencia.


(Foto: WBSC)

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