Yuli Gurriel volvió a sentir en sus manos la satisfacción de un golpe especial.
Aunque los Astros perdían por 9-3 en el final del noveno, el swing que desató Yuli Gurriel ante una bola rápida de 93 mph del relevista zurdo de los Red Sox, Darwinzon Hernandez, le ofreció una grata perspectiva. En cuenta de 3-2, Hernández lanzó la sexta bola rápida consecutiva del turno, oferta que Yuli Gurriel crujió para golpear un jonrón solitario por el leftfield.
Cuando el cohete de 99.6 mph aterrizó a 348-ft del plato en Minute Maid Park, y aún se podía sentir la algarabía de la fanaticada que guardaba esperanzas, Yuli Gurriel rompió una larga sequía de 18 juegos consecutivos y 80 apariciones en home sin sacar la pelota del parque.
¿Desde cuándo Yuli no bateaba un jonrón en postemporada?
Había pasado algún tiempo, exactamente 717 días, pero el astro del número ‘10’ rompió el slump antes de acercarse peligrosamente al récord negativo de la franquicia:
Yuli había bateado su último vuelacercas en el Juego 7 de la Serie Mundial de 2019, cuando golpeó una slider del as de los Nacionales de Washington, Max Scherzer, para abrir el score 1-0 en el segundo capítulo.
Yuli Gurriel terminó remolcado tres de las cinco carreras de los Astros el pasado sábado en la derrota por 9-5 ante Boston en el Juego 2, agregando además un sencillo productor de dos carreras durante la parte baja del cuarto episodio contra Nathan Eovaldi.
A pesar de que fue sólo el tercer juego entre sus últimos 19 donde lograba registrar más de un imparable, el enfoque de Gurriel va más allá de sus éxitos personales. Está, sobre todo, pensando en cómo puede contribuir para que los Astros puedan conquistar otro título de Serie Mundial.
“Creo que nos hemos estado ocupando de nuestra responsabilidad como equipo”, le dijo Yuli Gurriel a MLB al término del Juego 2. “Seguimos anotando carreras, lo principal es seguir produciendo. Creo que la clave para nosotros ha sido eso, realmente”.
Aunque ganó el título de bateo de la Liga Americana con promedio de .319 y cerró en el sexto lugar de las Mayores luciendo su .383 OBP, Yuli ha tenido que batallar contra los lanzadores en esta postemporada. Ha acumulado buenos turnos al bate, sobre todo resurgiendo con par de hits tras caer en dos strikes contra los lanzadores de los Red Sox, pero aún está buscando extender su mejor enfoque.
En el Juego 2, Gurriel parecía estar más cerca de golpear la pelota en el momento indicado. De hecho, un indicio interesante aquí, es que no falló ninguno de sus swings. Se fue de 6-6, con cuatro bolas puestas en juego y par de fouls. Si ampliamos esa efectividad con los resultados en el Juego 1, hay más buenas noticias: De 10 swings, ha logrado el contacto en nueve.
Esa capacidad fue un potencial que caracterizó a Yuli Gurriel durante la temporada regular: Primeramente, la acuciosa selección de lanzamientos, luego la habilidad para hacer contacto con la pelota y la calidad de sus conexiones. Ahí estuvo buena parte del éxito: Su tasa de swings a pitcheos fuera de la zona de strike descendió un 8.6% en comparación con su temporada de 2019, y el contacto mejoró 2.0% por encima de los problemas que arrastró en la caja de bateo el año pasado.
Aun así, cuando todos esos parámetros se unen, es difícil tener éxito, pero los bateadores se sienten más cómodos en el plato, incluso ante la presión de los playoffs. “Puedo recuperarme rápidamente”, dijo Gurriel sobre su perspectiva de cara al importantísimo Juego 3 con la serie 1-1, el primero de la ALCS en Fenway Park. “Pero solo vamos a estar centrados en este Juego 3. Sabemos que estamos pasando por un tramo difícil en este momento con las lesiones que hemos sufrido con el cuerpo de lanzadores, pero tenemos que hacer nuestro trabajo.
"Nosotros tenemos que salir y tratar de hacer tantas carreras como se puedan”.
(Foto: Yuli Gurriel/Getty Images)
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