No sabemos por cuánto tiempo será, pero estoy seguro de que ahora eso es lo menos importante, y la energía de Randy Arozarena se está encargando de hacernos aplaudir.
Puedes recrearte con tus memorias de octubre. Puedes recordar la última vez que tu equipo favorito ganó una Serie Mundial—incluso si son los Yankees—. Puedes dar sentido a las tendencias que muestran hacia dónde ha evolucionado el juego, empujándonos hasta un punto donde todos queremos ver a los bateadores golpear elevados y elevados, por una sencilla razón: Estamos en la “Era de los resultados verdaderos”, jonrones, ponches y boletos, saltando entre dobles dígitos en las hojas de estadísticas.
Puedes, por supuesto, ignorar que los Rays de Tampa Bay existen. Puedes pensar que habrá siete equipos favoritos por encima de ellos rumbo al Clásico de Otoño. Realmente, puedes pensar así, ¿pero sabes qué? Si vas a sumergiste en esa burbuja, entonces quedarás condenado a perderte lo grandioso que ya está sucediendo en poco más de 35 innings de esta postemporada. Y si se trata de postemporada, es imposible que no sepas dónde estás, ¿verdad? Es octubre, el escenario perfecto donde sólo pocos jugadores pueden dirigir el show beisbolero, y el cubano Randy Arozarena sigue emergiendo como uno de ellos.
¿Algunos preguntan cómo irrumpió? ¿Qué hizo para convertirse en Mr. Octubre incluso antes de comenzar su carrera por ganarse el premio de novato del año de la Liga Americana? Como es obvio, las respuestas habían llegado por adelantado, y aún han sido irrebatibles: Randy fue el MVP de la ALCS el año pasado con los Rays, estableciendo récords en hits (29) y jonrones (10) meses antes de comenzar a enfocarse para demostrar su talento en la temporada de 2021.
Es extraño, sin dudas, ser el MVP de liga en un playoff antes de jugar la primera campaña como titular... o llegar al plato bajo presión en 20 juegos de postemporada y superar tu propio historial de hits (14), jonrones (8) y RBIs (12).
¡Pero sucedió!
Y lo más interesante de todo, es que Randy Arozarena disfruta la diversión y planea continuar el legado que comenzó a rubricar el año pasado. “Me concentro un poco más”, dijo Arozarena sobre cómo se enfocó para lograr grandes resultados en la postemporada. “Afortunadamente, parece que sucederá en octubre, cuando significa que estamos más cerca de la Serie Mundial”.
Obviamente, mantenerse rindiendo a un alto nivel en los playoffs será un gran reto, pero Randy lo está haciendo ver fácil: Bateó de 2-1 anoche, anotó tres carreras, dibujó par de boletos, conectó un jonrón con bases limpias y, por si fuera poco, protagonizó una de las jugadas más emocionantes que se ha extinguido en el béisbol moderno: Le robó el home al relevista de los Red Sox, Josh Taylor.
El momento quedará grabado para el recuerdo. Taylor y el cátcher Christian Vázquez se confiaron demasiado. Aprovechando la condición de zurdo del lanzador, Arozarena siempre estuvo tomando terreno, casi a la mitad del camino entre tercera y home. Cuando Brandon Lowe estaba en conteo de 1-1, Randy dejó entrever su intención de salir al robo pero, al parecer, Taylor y Vázquez asumieron todo como un amago. Y ahí, creo, fue cuando Randy le robó el home realmente: En el instinto y la anticipación.
Lowe pellizcó una bola rápida de 87 mph que puso el conteo en 1-2, mucho más apropiado para que Taylor se detuviera a pensar en el mejor lanzamiento posible con dos outs. Entonces, Randy decidió que era el momento. Su gran ventaja estaba en el camino que acortó antes de salir, aprovechando un “shift” defensivo donde habían posicionado al antesalista Rafael Devers lejos de la tercera base. Taylor se acomodó con total concentración en Lowe, sin ni siquiera imaginarse el rayo que atravesaría el plato. Y de repente sucedió esto:
Gran parte de la fanaticada en Tropicana Field saltó de sus asientos, disfrutando esos sorprendentes segundos de pura espectacularidad. Randy logró lo que no pudo conseguir Manuel Margot ante Clayton Kershaw en la Serie Mundial del año pasado. El robo entró en la historia como el primero en la postemporada desde que Jackie Robinson lo hizo para los Dodgers de Brooklyn contra Yogi Berra y los Yankees de Nueva York en la Serie Mundial de 1955.
“Me di cuenta de que el lanzador no me estaba prestando atención. Pude tomar una ventaja lo suficientemente grande y tomar esa base”, dijo Arozarena a través de un traductor. “Esa es la primera vez que me robo el home”.
El deslizamiento salvaje de Randy también marcó la última carrera de los Rays, para dominar a los Red Sox por 5-0 en el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Americana. Pero, antes, ¿recuerdas? Arozarena había golpeado un cohete por el leftfield a 397-ft del plato, para poner el score 4-0 en el final del quinto inning.
¿Jonrón y luego robo de home? ¿Dónde hemos visto antes una hazaña similar bajo el calor de la postemporada? Ya te imaginas la respuesta, ¿no?: Nunca. Randy se unió a Eddie Murray (1983) y Tommie Agee (1969), los únicos bateadores que en playoffs han logrado anotar tres carreras, registraron dos bases por bolas, un jonrón y una base robada, pero ninguno sobrepasó dichas marcas en un Juego 1 ni se robó el home.
¿Es un solo jugador pensando con tanta persistencia cómo llegar al plato? Sí, es la perspectiva de Randy Arozarena, un competidor realmente especial, que está enfocado en contribuir para ganar juegos todos los días. Ahora, en 26 partidos de postemporada en Grandes Ligas, el Mr. Octubre cubano acumula 11 jonrones—récord histórico para bateadores cubanos—y 15 RBIs en 95 apariciones en home.
¿Qué impacto traen esos números?:
1) Los mismos jonrones combinados de José Canseco (7) y Rafael Palmeiro (4) en 215 PAs, 120 menos que las registradas por Randy Arozarena.
2) Hay solo dos bateadores en la historia de la postemporada con al menos 10 jonrones en los primeros 26 juegos de su carrera: Carlos Beltrán (13), Nelson Cruz (12) y… ¿quién otro?: ¡Randy show! (11).
Luego de obtener su primer éxito en esta Serie Divisional al máximo de cinco duelos, los Rays de Tampa Bay esperan rematar 2-0 a los Red Sox este viernes en el Juego 2, y ya sabes quién sobresale como el principal enemigo público en los diarios de Boston.
Firma:
(Foto: Randy Arozarena/Getty Images)
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