Los Elefantes de Cienfuegos no pudieron impedirlo, y los pronósticos se cumplieron: ¡Los Cocodrilos de Matanzas vencieron este martes por 11-2, para ganar el Juego 3 y barrer en la serie de Cuartos de Finales!
Con 10 victorias en sus últimos 12 juegos de postemporada, ahora los Cocodrilos esperan por la definición del match entre Santiago de Cuba-Las Tunas, para saber quién será su próximo rival en la fase de semifinales de esta 60 Serie Nacional del béisbol cubano.
Historia del juego: En la previa de este Juego 3 habíamos adelantado parte de las proyecciones más esperadas. Los Elefantes de Cienfuegos necesitaban atacar el pitcheo de los Cocodrilos, sobre todo teniendo en cuenta la inconsistencia de su staff: Habían permitido 20 carreras en dos partidos, con 23 hits y, lo peor, ¡siete de los 11 embasados por boletos anotaron!
Con el diestro Adrián Bueno subiendo a la lomita, los Elefantes también necesitaban el apoyo defensivo, en espera de ver cómo se desempeñaría su abridor del Juego 3. Bueno, quien registró una alta inefectividad con tasa de 5.0 boletos por cada nueve innings durante la temporada regular, fue asechado rápidamente. En sus dos primeros turnos del desafío, durante el primero y segundo capítulo, Jefferson Delgado prácticamente decidió el Juego 3 con doble, jonrón y seis remolcadas para dar ventaja de 6-0.
La fastball de Bueno se asentó entre las 84-86 mph y su slider, una de las armas que más utilizó para ponchar en la fase regular hizo sus estragos con tres strikeouts seguidos —a la tanda de 7-8-9: Ariel Martínez, Javier Camero y Roberto Álvarez—. Sin embargo, después de dos outs en el inicio del segundo episodio, lanzó 10 pitcheos para regalar par de boletos y, acto seguido, Jefferson sentenció a los Elefantes cuando elevó a más de 400-ft una slider mansa (77 mph) de Bueno.
Aun así, los Elefantes no se rindieron, pero volvieron a quedarse sin rematar. En los dos primeros capítulos le embasaron par de corredores al abridor matancero, Renner Rivero, quien fue sustituido cuando concedió su tercera base por bola del match. Ante tal amenaza y una ventaja de 6-0, Ferrer no demoró en enviar de relevo al diestro Yoel Suárez, quien liquidó el inning con siete disparos: Obligó a batear para double play a Juan Miguel Soriano, y puso fuera con elevado a segunda —atrapado por Aníbal Media detrás del diamante— al bateador designado Alexander Sevilla.
A partir de esa segunda entrada, Suárez, un veterano que aparecía en su 22do juego de postemporada, lanzó casi impecable hasta el octavo. En siete innings, hizo justo el trabajo que necesitaba su manager Armando Ferrer: Admitió sólo dos carreras por doble de Luis Vicente Mateo y jonrón de Yusniel Ibáñez —quien haló con furia un cambio de velocidad—.
Luego del hit de Daniel Pérez en el final del sexto, Suárez retiró a sus últimos ocho oponentes, cuatro de ellos con rodados al infield. Ahora en su historia de postemporada, el diestro de 36 años, natural del municipio de Limonar, mejoró su marca a 4-7, con 4.22 ERA.
Al final, por tercer juego consecutivo, los problemas del bateo y el pitcheo cienfueguero no se pudieron ajustar, y esta vez un Grand Slam de Yadir Drake ante el relevista Carlos Damián Ramírez, remató el desafío en el inicio del sexto.
Por su parte, los Elefantes volvieron a recibir ceros entre el sexto y el noveno inning, donde terminaron bateando para promedio de sólo .143 (42-6). En momentos decisivos cuando necesitaban darle un giro al score, los Elefantes dejaron a 35 de los 39 hombres llevados a posición anotadora.
Con ese rendimiento, la barrida fue cuestión de tiempo, pero a pesar de haber sido eliminados, los Elefantes de Cienfuegos, dirigidos por Alaín Álvarez y su cuerpo de entrenadores, se merecen la felicitación por otro salto de nivel a la élite de la liga.
MVP del juego: ¡Jefferson Delgado! El antesalista de los Cocodrilos bateó de 3-3, dos dobles, jonrón y remolcó seis de las 11 carreras del equipo. ¿Nada nuevo, verdad? ¡Por supuesto! En 34 juegos de playoffs, ahora Jefferson acumula igual número de carreras producidas, y un promedio de bateo de .359, con ocho dobles, cuatro jonrones y 24 RBIs.
Mención especial: El relevo de Yoel Suárez fue excelente. Es cierto que lanzó con ventaja todo el tiempo, pero de los 25 bateadores que enfrentó, sólo dos le llegaron a posición anotadora. A no ser en ese tercer inning, cuando Mateo le pegó doble y luego Ibáñez sacudió jonrón de dos carreras, Suárez dominó sin contratiempos: Ponchó a tres oponentes, y se apuntó nueve outs por el infield —siete de ellos rollings y dos elevados—.
Durante toda esta serie de playoffs, el staff matancero logró silenciar a tres de los principales bateadores sureños: César Prieto se fue de 12-1, mientras el dúo de Pavel Quesada y Juan Miguel Soriano se combinó para sólo dos hits en 22 veces al bate y dejaron a los 10 corredores que encontraron en posición anotadora.
Momento clave: El descontrol de Adrián Bueno le pasó factura: Después de sacar dos outs con par de ponches cuando parecía que se recuperaba en el inicio del segundo, le tiró par de bases por bolas al “one-two” de los Cocodrilos, Aníbal Medina y Ariel Sánchez. Entonces ahí llegó el momento clave que definió la historia de este Juego 3: Dos bolas y un strike, el score 3-0 a favor de los Cocodrilos y una slider que se quedó colgado… ¡Jefferson no lo perdonó! ¡Jonrón de tres carreras!
6x0, ¡los Cocodrilos al frente!
Después de complicarse, como le sucedió a Carlos Damián Ramírez en el Juego 1 y a Abel Campos en el Juego 2, hay momentos que el lanzador debe superar para permanecer en juego: Los lanzadores cienfuegueros no pudieron, y competir contra los Cocodrilos fue difícil con esa desventaja. Luego de cinco innings, el partido estuvo 6-2, separado por cuatro carreras de diferencia. Sin el jonrón de Jefferson, un 3-2 habría sido otra historia hasta ese instante. ¡Béisbol!
Lecciones del Juego 3
Es difícil dominar a los Cocodrilos de Matanzas sin lanzamientos de poder: Algo que caracteriza a los Cocodrilos es la profundidad de su roster. Eso, podemos verlo simplemente en la presentación de cada lineup, donde a veces no aparecen de titulares jugadores establecidos como Yasiel Santoya, Williams Luis, Javier Camero o Juan Miguel Vázquez. Cuando los Cocodrilos se refuercen de cara a la serie de Semifinales, sin dudas la lista será más notable.
Entonces, ¿cómo dominarlos? Está de más decir que los oponentes necesitan lanzadores de nivel en la liga pero, sobre todo, un bullpen que lo respalde. Ese no fue el caso de los Elefantes, quienes contaban con uno de los staff de pitcheo más descontrolados en esta temporada.
Es cierto que la artillería matancera está diseñada para retar a cualquier as de rotación en esta actual 60 Serie Nacional, pero la mayoría de los pitchers cienfuegueros se presentaron con fastballs entre 84-86, reducido repertorio y serios problemas de comando.
Dependiendo cuáles sean los refuerzos de ambos equipos, probablemente podamos ver duelos de pitcheo más atractivos y lanzadores que desafíen al lineup de los actuales campeones nacionales.
La rotación de pitcheo de los Cocodrilos debería agregar otro abridor: Apartando una salida algo inconsistente de Yoanis Yera, quien no recibió todo el apoyo de la defensiva, las aperturas de Noelvis Entenza y Renner Rivero no fueron del todo eficientes. Al final, fueron beneficiados por la ventaja que proporciona lanzar con un equipo de gran poder ofensivo, pero los Cocodrilos aún necesitan agregar un titular de élite a la rotación.
Para aspirar a mejores lugares, los Elefantes necesitan trabajar en el enfoque de sus lanzadores: Este martes en el Juego 3, el pitcheo admitió 11 carreras, 10 hits —incluidos cinco extra bases: tres dobles y dos jonrones—, además de conceder ocho bases por bolas y tirar tres pelotazos. En resumen, los Cocodrilos embasaron a 21 corredores y, de ellos, sólo dejaron a seis en las bases, demostrando una vez más total producción con la mayoría de sus imparables.
De los 17 corredores de Matanzas que se embasaron por boletos —sin contar los “intencionales”—, 10 lograron pisar el home, para efectividad del 59%. Pero, además, cinco de los jonrones en la serie fueron bateados con corredores en bases y, de manera general, los Cocodrilos empujaron al 34.8% de los hombres encontrados en posición anotadora.
Una estadística clave que deberías saber: Los Cocodrilos de Matanzas registraron .430 OBP en sus 129 apariciones en home durante los tres juegos. Sin embargo, esto es lo que deberías saber: ¡El 62% de los bateadores embasados por hit anotó!
Sí, cumplieron con eficiencia la misión de llegar al plato. Y esa consistencia, sin lugar a dudas, es la más importante para ganar en el béisbol.
(Foto de los Cocodrilos de Matanzas, celebrando tras el jonrón de Jefferson Delgado: Oscar Alfonso Sosa/Foto de los Elefantes de Cienfuegos: Aslam Castellón)
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