Si todos reconocemos que Martín Dihigo ha sido el mejor pelotero cubano de cualquier época, pues habría que defender también que su legado, como matancero, sirvió para pavimentar el camino a muchos gloriosos jugadores del mencionado territorio cubano.
Reseña Histórica
Cuando en la 7ma Serie Nacional (1967-1968) Matanzas entra en el contexto beisbolero cubano de las Series Nacionales - con la desaparición de las Series Regionales y la entrada de dos elencos por provincia - los matanceros, sin embargo, con un total de 17 novatos, no tendrían gran suceso, terminando en el 10mo lugar en su debut y sin mejorar mucho en las siguientes siete temporadas – hasta 1974- cuando su mejor posición se resumió en dos novenos lugares, en las consecutivas ediciones de 1968-1969/8 SN y 1969-1970/9 SN.
El elenco en parte se veía opacado por la presencia del primer equipo del territorio, Henequeneros, que contaba con la presencia de grandes peloteros en sus filas prácticamente desde sus inicios, en los nombres de inolvidables figuras como Wilfredo Sánchez, Edwin Walters, Tomás Soto, Jesús Torriente, Ernesto W. Alfonso entre otros. Henequeneros, para más, bajo las órdenes de Miguel Ángel Domínguez, se llevó el título de la 9na temporada cubana (1969-70), lo cual solidificó su posición como principal elenco del territorio.
Es cierto que, tras aquel título, pasarían casi 10 años para que otro equipo de la región volviera a escalar la cima del podio, esta vez en el Citricultores de la temporada 1976-1977/16 SN, con Juan Bregio al mando. Este propio elenco repitió el título en 1983-1984/23 SN con la dirección de Tomás Soto, pero sería el Henequeneros de tres consecutivas temporadas: 1989-1990/29 SN, 1990-1991/30 SN y 1991-1992/31 SN, todas bajo la égida de Gerardo “Sile” Junco, el que mayor atracción creó en el territorio, con los títulos nacionales consecutivos de las 29 y 30 Series Nacionales y la presencia finalista en la 31 SN. Pese a esto, es valedero mencionar que Matanzas, como equipo, ni siquiera tuvo la oportunidad de desarrollarse en los torneos nacionales, al no sobrevivir las temporadas cubanas pasando a formar parte de las Series Selectivas, con la creación de estas en 1975.
Roster de Matanzas en su debut, temporada 1967-1968/7 Serie Nacional
Lanzadores: Isidro Borrego, Gaspar "Curro" Pérez, Rafael Torres, Marcial Rionda, Orlando Albelo, Luis Lima, Santiago Camanería, Pedro Alemán, Rodolfo Fernández, Eliovet Guas, Andrés Pereira, Alberto Vera, Carlos Jiménez, Alfredo García y Rolando Tamayo.
Receptores: Inocente Aparicio, Roberto Hernández y Carmelo Suárez.
Jugadores de Cuadro: Félix Isasi, Lino Betancourt, Martín Cárdenas, Mario Mena, Reinaldo Isasi, Juan Dávalos y José Morgan
Jardineros: Rigoberto Rosique, Francisco Calvo, Jesús Romero, Eladio Abreu, Fernando Montalvo, Sergio Pérez y Felipe Sánchez.
Director: Juan Bregio.
Y llegaría entonces el cambio de estructura durante la temporada 1992-1993/32 SN, un nuevo formato competitivo que eliminaba a los dos elencos del territorio – Henequeneros y Citricultores – quienes venían compitiendo a la par en estas lides desde 1974, y la unión de ambos hacía regresar el nombre de Matanzas a los torneos nacionales cubanos.
Sin embargo, aquel “nuevo” Matanzas, que para muchos albergaría una fuerza indescriptible con la presencia de un sazonado grupo de jugadores que ya “sabía” como ganar campeonatos como Lázaro Junco, Juan Manrique, Juan L. Baró, Julio G. Fernández, José Estrada, Fernando Sánchez, Armando Dueñas, Jesús Figueroa, entre otros, además de contar con dos de los mejores lanzadores zurdos del país en los establecidos Jorge Luis Valdés y Carlos Mesa, y promisorias figuras de esa mano como Lázaro Garro y Ariel Tápanes, no solo jamás pudo competir de tú por tú en su Grupo A de la Liga Occidental con el trabuco Pinar del Río, sino que, para 1997, ya también comenzaba a ser desplazado de la segunda posición del grupo por un “nada favorito” como el aguerrido Metropolitanos de la capital, y en años subsiguientes por otro “pariente pobre” como el renovado equipo de Isla de la Juventud. Para la 43 SN/2003-2004, Matanzas ya no solo resultaba el último lugar del Grupo A del Occidente cubano, sino que también resultaba el peor elenco de Cuba y sin siquiera mostrar pie alguno en postemporadas.
Para la edición 50 de los torneos cubanos, la situación de Matanzas no mostraba mejoría alguna, pero todo comenzaría a cambiar, cuando al siguiente año se producía la llegada como manager del ex estrella jardinero central de Villa Clara y el elenco nacional de Cuba, el polémico Víctor Mesa. La influencia, a veces estrafalaria o agresiva de dirigir de Mesa en el elenco de los Cocodrilos, puede ser cuestionada y discutida por cualquiera, pero los resultados de Matanzas, a partir de su llegada, jamás podrán ser cuestionados, pese a la no obtención de título nacional alguno.
Matanzas, de ser prácticamente un habitual sotanero, bajo el mandato de Mesa comenzaría un inolvidable camino de victorias en la 51 Serie Nacional, que se resume de manera extraordinaria en triunfos de grupo, liga o división, camino a la postemporada en seis de las siguientes temporadas – de la 51 a la 56 SN – con dos finales de Cuba - 52 y 53 SN - dos segundos lugares y cuatro terceros. En el periodo, Mesa obtuvo con Matanzas la extraordinaria marca de 277 triunfos con solo 184 derrotas, cifra que incluyó una asombrosa muestra de .778 (70-20) en la campaña 2016-2017/56 SN.
Tras la partida de Víctor Mesa a la capital de Cuba, en la 57 SN/2017-2018, su trabajo cohesionando convirtiendo a un equipo sotanero en ganador fue indiscutible, y el espíritu de triunfo quedó impregnado en sus jugadores a tal punto que su paso por las postemporadas no terminó con la salida de Mesa.
A decir verdad, la labor de villaclareño resultó la base para el triunfo de Matanzas durante la 59 Serie Nacional. Un anhelado título nacional que finalmente fue a parar a la llamada Atenas de Cuba, esta vez bajo la dirección de Armando Ferrer, coincidentemente uno de los integrantes de la dirección del Henequeneros titular de las consecutivas campañas de 1990 y 1991.
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